El secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis,defendió el despliegue de miles de soldados a la frontera con México en su viaje al lugar el miércoles, diciendo que la misión era "absolutamente legal" y justificada.
Defendió el uso de soldados para custodiar la frontera con México, diciendo el miércoles que de cierta forma es buen entrenamiento para la guerra.
Mattis habló rumbo a una visita a las tropas a lo largo de la frontera en Texas.
El jefe del Pentágono dijo que en un plazo de entre una semana y 10 días los 5 mil 800 soldados desplegados actualmente en la misión fronteriza habrán realizado todas las tareas solicitadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Añadió que es probable que haya tareas adicionales y no dijo cuándo pudiera concluir la misión.
Mattis declinó ofrecer un estimado del costo de la misión y afirmó que los números reportados internamente que ha visto hasta ahora no son acertados.
El secretario de Defensa de Estados Unidos defendió el despliegue de miles de soldados a la frontera con México en su viaje al lugar el miércoles, diciendo que la misión era "absolutamente legal" y justificada.
Mattis, hablando a un pequeño grupo de periodistas que viajan con él, rechazó las críticas y afirmó que el despliegue era lo correcto.
"Es muy claro que respaldar a la policía fronteriza o la patrulla fronteriza es necesario en este momento", dijo Mattis, apuntando que esa fue la evaluación del Departamento de Seguridad Nacional.
El funcionario agregó que el despliegue fue considerado legal por los abogados del gobierno y que mejoraba la preparación al dar a las tropas más experiencia en rápidas movilizaciones.
Mattis llegó a la localidad de Donna, cerca de Texas, donde los soldados han establecido una base cercana al punto de cruce con México. Afirmó que las tropas avanzaban rápidamente en preparar barreras a lo largo del borde y estimó que la primera fase de construcción podría estar completada en 10 días.
El secretario de Defensa agregó que el Ejército de su país también ensayaba las operaciones con helicópteros para apoyar al personal fronterizo, posiblemente para realizar traslados si las caravanas cambian de dirección.
Las tropas no deberían interactuar directamente con los migrantes, la mayoría de ellas están desarmadas, y sólo se les asignan tareas que apoyan al personal de la frontera estadounidense, incluida la construcción de alojamiento temporal.