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Ellos son los candidatos a dirigir la Organización de Estados Americanos

El 20 de marzo se elegirá al nuevo secretario general del organismo; EL UNIVERSAL entrevista a dos candidatos; Luis Almagro va por reelección.

Foto: AFP.
16/02/2020 |11:50
EL UNIVERSAL San Luis Potosí
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“Es hora de que una mujer lidere la OEA”

“El rol que la OEA debe de cumplir es el dialogo; creo que es la herramienta más poderosa, pero también debe hacer gala de independencia, autonomía, de ir por el punto medio, haciendo un trabajo objetivo, recuperar su trabajo de independencia, actuando con apego a los procedimientos, y escuchando las voces de las organizaciones que tienen demandas”. Así lo señala, en entrevista con EL UNIVERSALMaría Fernanda Espinosa Garcés, expresidenta de la Asamblea General de Naciones Unidas y actual candidata a presidir la Organización de Estados Americanos (OEA), al referirse a los países que en estos últimos tiempos han estado en crisis políticas, como Venezuela, Chile, Colombia, Bolivia y México.

Convencida y muy optimista de su candidatura, comenta: “He decidido formalizar mi candidatura para presidir la OEA porque tengo una gran responsabilidad con los países que me están apoyando. Desde que se dio formalmente mi candidatura ya se ha hecho llegar un amplio apoyo, no solamente de los países del Caribe, sino también del continente de América Central, del Norte, Centro y Sur. Soy optimista de saber que no será una batalla fácil, pero con ideas bien fundamentadas, con las credenciales que me acompañan, con las ganas y el compromiso nos puede ir muy bien; y estoy muy agradecida, sobre todo con los países del Caribe que han tomado esto como una cruzada para revitalizar y renovar la OEA. Me siento honrada de haber sido presentada por los países del Caribe. México es uno de los países que ha demostrado gran interés en mi candidatura, aunque aún no habido algún pronunciamiento oficial al respecto”.

A decir de Espinosa Garcés, “la OEA necesita un oxígeno, revitalizarse, ganar en espesor en mayor efectividad, y me encantaría poder asumir este reto, poner toda mi experiencia que he acumulado a lo largo de 30 años. También tengo la profunda convicción de que el multilateralismo es necesario y sirve para fomentar el diálogo, la cooperación, para avanzar en las agendas de desarrollo en los derechos humanos. Siento que esto podría servir a los países del hemisferio... también es importante y necesario, luego de 71 años, que ahora pueda haber una mujer al mando de la Secretaría General. Las mujeres nos hemos ganado el derecho a estos espacios, Hemos demostrado que somos capaces de transformar, de aportar, y este espacio de la OEA es fundamental para el desarrollo, la convergencia, el fortalecimiento de los lazos de cooperación en nuestro hemisferio. Logrando acuerdos estimulamos y empujamos el diálogo. Por eso creo que también es importante que una mujer asuma la Secretaría General; y si se presenta la oportunidad, de asumir esos retos con responsabilidad, no tanto por nosotras sino también por las que vendrán”.

Menciona como pilares de trabajo el desarrollo, la democracia, los derechos humanos y la seguridad del hemisferio. Considera que el enfoque es tratarlos “de manera interconectada, integral, y traducirlo al espacio contemporáneo de lo que está ocurriendo actualmente”. Como ejemplo, señala que “hace 71 años el tema del cambio climático no estaba en las primeras planas de preocupación. Ahora sabemos que la crisis del cambio climático es existencial de los países, y por lo tanto la agenda del cambio climático del fortalecimiento de las capacidades de los países del Caribe, países costeros de la región, es imprescindible”. Otro tema, añade, “es el de la violencia contra las mujeres, el de la igualdad; son temas que están a la orden del día; el reporte del último informe del desarrollo humano es lamentable, que América Latina es la segunda región más desigual del planeta, las brechas de desigualdad se han profundizado y hay que actuar sobre esto, al igual que el de la migración”.

La OEA, acota, debe tener “una agenda preventiva, si es que luchamos contra las desigualdades y combatimos la pobreza”, a la vez que considera “el impacto de las nuevas tecnologías, etcétera. Son los retos de nuestro diseño, y tienen que ser parte de la agenda urgente de la OEA”.

La diplomática, quien competirá con Luis Almagro, titular de este organismo y que busca la reelección, y con Hugo de Zela, embajador de Perú en Estados Unidos, piensa que la competencia no la tiene fácil, “pero las credenciales que me acompañan no son menores: son 30 años de experiencia, de servicio, de haber estado en espacios de decisión a nivel nacional e internacional, mi experiencia como presidenta de la Asamblea General de la ONU en un contexto internacional bastante complejo, haciendo las cosas con estricto apego a los procedimientos, al derecho internacional, sin favoritismos, con el justo medio. Han visto mi actuar y creo que eso es una muy buena carta de presentación”.

Su visión de la OEA es clara: “Debe ser sólida, competente, ejecutiva, adaptada a las necesidades de la agenda actual, de los grandes desafíos que tenemos, que integra los pilares de trabajo de la organización, trabajar al mismo tiempo los temas de desarrollo en derechos humanos, los de seguridad hemisférica y de democracia juntos, sin darle más peso a uno que a otro, sino con una mirada integral, articulada e interconectada. Hay que lograr acuerdos, consensos, diálogos, generando espacios para protestar las diferencias, un consenso de llamar a construir la unidad en la diversidad. Ingenuo seria pensar que todos los países del hemisferio somos iguales y que queremos las mismas cosas, por eso cada país tiene su mirada, su visión y sus necesidades”.

Del trabajo de Almagro, comenta que si bien no le corresponde calificar el trabajo de él, porque “creo que son los propios Estados los que tendrían que manifestar cómo han sido representados, lo que sí me parece y que es algo muy notorio, que creo que es muy lamentablemente en nuestro hemisferio, es la falta de diálogo. Creo que la OEA debe ser revitalizada, con nuevos bríos, con una proyección donde precisamente debe de cumplir ese tarea, de ser un espacio de diálogo, de acuerdos, con una agenda positiva, pero también un espacio para procesar los desacuerdos y creo que el diálogo siempre es necesario cuando hay éstos, lograr convivencia, cooperación, y no confrontación”.

“Fundamental, que la OEA sea un espacio de diálogo sin exclusión”

El 20 de marzo se votará para elegir al nuevo secretario (a) general de la Organización de Estados Americanos (OEA). Hugo de Zela, embajador de Perú en Estados Unidos, compite por el puesto con María Fernanda Espinosa, expresidenta de la Asamblea General de Naciones Unidas, y Luis Almagro, actual titular de la organización que busca la reelección y quien señaló que por el momento no da entrevistas.

En su entrevista con este periódico, De Zela asegura que “si soy elegido como secretario, sólo sería por un periodo. Hago ese compromiso abiertamente, yo no me volvería a reelegir, no creo que sea sano, porque hay que darle la oportunidad a otra región”. Denuncia, a la vez lo que considera “algunos” vicios de la organización, a la que dijo hay que renovar, “recuperar su constitucionalidad, ya que son los países miembros los que la tiene que dirigir, y los que tienen que darle la orientación que se requiere”.

El actual embajador de Perú en Estados Unidos comenta que ha hecho varios viajes y cuenta con el apoyo de varios países. Sobre el trabajo en la OEA, señala que “es fundamental fomentar el diálogo. Creo que la OEA últimamente ha carecido de esto... El dialogo en ningún caso tiene que ser excluyente porque hay que hablar con todo el mundo, a todos hay que escucharlos sin excepción. Y la agenda de la organización la tienen que fijar los países miembros y no la Secretaría General. A la organización lo que le corresponde, una vez que estén fijados los objetivos por parte de los países miembros, es hacer lo necesario para que éstos se pongan en práctica y se concreten; creo que es base para que un organismo funcione, y hoy por hoy esto no se está dando de la forma adecuada, la OEA tiene que ser un vehículo para el diálogo y como no está ocurriendo, indudablemente algo está fallando”.

De Zela externa las necesidades que tienen países a los que ya se ha acercado: “Lo que he recogido, en términos generales, es insatisfacción en cuanto al funcionamiento de la organización, la falta de atención en algunos temas, que para los países son muy importantes, como el de seguridad. Otro tema que no se trata son los efectos del cambio climático, también temas que tienen que ver con coordinación con el cambio interamericano de desarrollo, la lucha contra la corrupción”. Aclara que eso no significa que se abandonen “los temas políticos, porque son centrales para el funcionamiento de la organización, pero no son temas ni exclusivos ni excluyentes, y paralelamente se pueden ver otros. Es un sentimiento generalizado de muchos países de Sudamérica, Centroamérica y del Caribe”.

Desde su punto de vista, la región vive “una polarización política, hay un constante enfrentamiento entre los distintos países de la región y la OEA tiene que volver a ser, como lo ha sido durante muchos años, un lugar de rencuentro, donde los países miembros se puedan reunir, buscar puntos en común, consensos para solución de problemas, y no de enfrentamiento, como está siendo actualmente, y en consecuencia creo que hay que hacer un esfuerzo importante, que debería ser porparte de la Secretaría General, para potenciar temas de encuentro. Hay que añadir sin excluir; es una razón muy importante para mi postulación”.

Otra cosa que, menciona, no está sucediendo en la OEA, es “el trabajo con otras entidades con las que siempre se ha trabajado, como por ejemplo el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otras. La relación con la Unión Europea está paralizada, sin mayor dinamismo. Son áreas en las que hay que trabajar, y algo que me ha motivado para postularme tiene que ver con la organización interna de la Secretaría General, en la cual se nota una falta de coordinación interna… Son tres aspectos importantes para esta candidatura, que lejos de ser personal es una candidatura lanzada por mi país, tengo el pleno apoyo de mi país. O sea, es una candidatura nacional y no personal”.

Referente a tareas que siguen pendientes en la organización, como la crisis que no se ha resuelto en Venezuela, el embajador peruano argumenta: “En realidad ante esta crisis la OEA no está teniendo una actividad pendiente a la solución. Sí ha habido una serie de declaraciones, pero no hay un mecanismo de solución y hay que trabajar en ello. Descartando el uso de la fuerza, porque esto no ayuda, al contrario, agrava los problemas; y lo que es necesario hacer es un fino trabajo diplomático; hay que buscar los mínimos elementos en común para iniciar un proceso que permita llegar a una solución. Entiendo que no es un proceso fácil, pero tiene que haber la voluntad suficiente para encontrar ese camino y se puede llegar a la solución. La OEA en el pasado fue capaz de solucionar crisis importantes, por ejemplo en los años 90 logró hacerlo, y creo que la esencia fue un trabajo diplomático y no mediático. Por supuesto que ha servido la OEA, pero los países son los que tiene que fijar los objetivos, que son el impulso para que la organización funciones positivamente”.

Respecto del tema migratorio, dice que es “absolutamente esencial y tampoco se está tratando como debería en la organización. Tendría que ser uno de los temas naturales y creo que hay dos puntos importantes en la región: el primero es la migración que va del Triángulo Norte, que pasa por México y va hacia Estados Unidos. Esto involucra por lo menos a cinco países que tienen un problema extremadamente grave y serio. El otro punto es la migración que se origina en Venezuela y que afecta a la ruta del sur como Colombia, Ecuador y Perú y por el otro lado a Brasil; hay áreas que están siendo afectadas por la migración, donde se requiere una solución urgente; aquí hay que sentar de inmediato, convocar a los países que tienen este problema y hacer un análisis coordinado, tomar medidas urgentes con este fenómeno porque produce problemas importantes en áreas de la seguridad, la educación, la salud; tiene problemas serios de documentación y se requiere la cooperación de los países”.

Sobre sus dos competidores, dice que “ellos son los que no la tienen fácil, porque están presentando sus candidaturas desde polos políticos opuestos. Creo y me veo como el candidato de la Unión”.