Jerusalén.— El gobierno de Israel autorizó la legalización de una colonia en la Cisjordania ocupada, dos días antes de las elecciones legislativas, que se revelan cruciales para el futuro del primer ministro Benjamin Netanyahu.
En el último día oficial de la campaña el domingo —los candidatos tienen prohibido organizar mítines el lunes de cara a la votación del martes próximo—, Netanyahu mostró su as bajo la manga durante el consejo de ministros.
La administración israelí decidió “transformar la colonia de Mevoot Yericho —levantada sin permiso—, ubicada en el valle del Jordán, en una oficial”, anunció la oficina del premier al concluir el encuentro celebrado en esta llanura fértil.
Netanyahu prometió la semana pasada, de ganar la elección, anexar las colonias judías en el valle del Jordán, territorio estratégico que representa aproximadamente 30% de la Cisjordania ocupada.
El valle del Jordán es “un muro de defensa que será parte integrante de Israel (..) y que asegurará la presencia eterna de nuestras fuerzas armadas”, dijo el premier.
La anexión del área, considerada el corazón de cualquier futuro Estado palestino, casi extinguiría cualquier esperanza palestina de independencia.
Las autoridades de Palestina condenaron la celebración de esta reunión ministerial en los territorios ocupados y, sin mencionar directamente a la colonia, pidieron a la comunidad internacional hacer presión sobre Israel que “socava todos los fundamentos del proceso político [de paz]”.
La colonia Mevoot Yericho está situada cerca de Jericó, la principal ciudad palestina de este valle y corazón de la industria agrícola, al norte del Mar Muerto.
“El gobierno sigue dando prueba de su desprecio por la solución con dos Estados”, previendo un Estado palestino viable que coexista con Israel, aseguró la organización civil israelí Peace Now.
La propuesta de Netanyahu provocó una cascada de condenas internacionales, incluso de Europa y Arabia Saudita, un país árabe influyente que tiene lazos discretos aunque no oficiales con Israel. Netanyahu prometió que los asentamientos judíos de Cisjordania serán “parte del Estado de Israel”, algo que ha convertido en centro de su segunda campaña electoral de 2019, luego de su fracaso para formar una coalición gobernante tras las elecciones de abril.