La Paz.— El gobierno proclamado boliviano criticó ayer a la administración de México de Andrés Manuel López Obrador, por la actividad política y el trato hacia el exmandatario Evo Morales en una jornada en la que se distanció de Venezuela y Cuba, y se retiró de los bloques de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y de la Alianza Bolivariana (Alba).

Además, se informó que cinco personas murieron, al parecer manifestantes de grupos cocaleros, y 22 resultaron heridas durante disturbios cerca de la ciudad boliviana de Cochabamba, donde hubo graves choques contra la policía y las fuerzas armadas.

En conferencia de prensa, la nueva canciller, Karen Longaric, afirmó: “Sorprende la intrusión del gobierno de López Obrador de permitir a Evo Morales usar el territorio mexicano como espacio de operaciones”. Desde que el exgobernante llegó a México ha realizado declaraciones políticas, lo que criticó la gestión de la presidenta proclamada Jeanine Áñez.

Longaric Rodríguez pidió revisar la política mexicana, puesto que por la actividad del expresidente podría incurrir en intromisión de los asuntos bolivianos: “Nos preocupa la actitud del gobierno mexicano frente a los pronunciamientos de Evo Morales porque viola los principios de asilo”.

No obstante, el jueves la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) indicó: “No se puede coartar la libertad de expresión de los asilados y que dicho derecho no puede ser motivo de reclamación por otro Estado basándose en conceptos que contra éste o su gobierno expresen públicamente los asilados o refugiados”.

La nueva canciller también dijo que la gestión de López Obrador “tolera, consiente [a Evo Morales] y no reconoce el gobierno transitorio de Jeanine Áñez”.

En otro tema, declaró en rueda de prensa junto con la ministra interina de Comunicación, Roxana Lizárraga, que “la embajada de México no ha revelado a la cancillería de Bolivia la relación de connacionales que están bajo resguardo (...) Esperamos que nos hagan conocer oficialmente cuántos y quiénes están en ese país”.

Rompe con Caracas, Cuba y bloques regionales

Además, la nueva canciller anunció la ruptura de las relaciones con el gobierno de Nicolás Maduro, el alejamiento de la Unasur y del Alba, así como la salida de la brigada médica cubana del país.

Por la noche se informó que la policía liberó tras un interrogatorio a la coordinadora de la misión médica cubana en Bolivia, Yohandra Muro.

El ministro cubano, José Ángel Portal, anunció que Muro quedó en libertad “después de haber sido sometida a una injustificada retención e interrogatorio por parte de la policía”.

Longaric Rodríguez dijo que Bolivia deja la Unión de Naciones Suramericanas, porque en los hechos, “el bloque ya no opera, ya no existe y no sirve”. Agregó que “el gobierno de Bolivia se ha desvinculado del tratado del Alba” en referencia a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, que impulsó el fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez.

La funcionaria cesó a todos los embajadores de su país porque eran “operadores políticos”, excepto al embajador en Perú y al representante ante la Santa Sede.

“Morales debe responder ante la justicia”

Más temprano, Áñez advirtió que si el exmandatario regresa deberá enfrentar un juicio por fraude electoral, mientras su gobierno y partido buscan un acercamiento para restaurar la paz y celebrar elecciones en medio de fuertes movilizaciones. “[Evo Morales] puede volver, pero tiene que responder ante la justicia por fraude electoral”, dijo Áñez.

Morales condenó la represión de grupos cocaleros cerca de Cochabamba que dejaron cinco muertos. El representante en Cochabamba de la Defensoría del Pueblo de Bolivia, Nelson Cox, apuntó que las fuerzas de seguridad en los puntos de control no dejaron pasar ambulancias que transportaban heridos.

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