La duda se despejó. El narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, sentenciado aquí esta mañana a cadena perpetua más 30 años de prisión, decidió utilizar su derecho a hablar para quejarse del trato “cruel e inhumano” que dijo haber sufrido en los 30 meses de confinamiento.
Frente a Brian Cogan, juez federal de Brooklyn, y antes de que se le dictara sentencia, el líder del Cártel de Sinaloa aseveró que “aquí no hay justicia” y que “Estados Unidos no es mejor que cualquier país corrupto que ustedes no respetan”.
Acusó al juez de no haber investigado a fondo las denuncias de conducta inapropiada del jurado en el caso, aludiendo a la versión de que el jurado sí se mantuvo al tanto de lo que se decía del acusado en medios, pese a tenerlo prohibido.
Cogan denegó a la defensa del mexicano un nuevo juicio argumentando que se habían presentado pruebas contundentes de los delitos cometidos por el narcotraficante, sentenciado por 10 delitos relacionados con el tráfico de drogas.