Aturdidos por uno de los más sangrientos tiroteos en una escuela secundaria en la historia de Estados Unidos, estudiantes del país se movilizaban el domingo para exigir leyes más estrictas sobre control de armas de fuego, en momentos en que funcionarios de Florida analizaban el momento de reabrir el establecimiento.

Estudiantes de la Escuela Secundaria Stoneman Douglas, donde un exalumno es acusado del homicidio de 17 personas el miércoles, se unieron a otros en medios sociales para planear manifestaciones, una marcha en Washington y otra a nivel nacional con lo que apuntan a atraer la atención de una población adulta que muchos dicen no los han protegido.

"Sentí que era nuestro momento de tomar una posición, porque (...) somos los que estamos en estas escuelas, somos los que tenemos a los tiradores entrando a nuestras aulas y espacios", dijo Lane Murdock de la Escuela Secundaria Ridgefield en Connecticut.

Murdock, de 15 años y que vive a 32 kilómetros de la Escuela Primaria Sandy Hook donde 20 niños y seis adultos murieron en un tiroteo hace cinco años, atrajo más de 36 mil firmas para no asistir a las escuelas el 20 de abril.

En vez de asistir a clases, la estudiante instó a los demás a realizar manifestaciones en el aniversario número 19 del tiroteo en la Escuela Secundaria Columbine en Colorado.

La masacre de la última semana en Florida, que se produjo tras varios tiroteos en otras escuelas este año, enardeció el prolongado debate entre los defensores del control de armas y los que respaldan la posesión.

El exalumno Nikolas Cruz, de 19 años, enfrenta múltiples cargos por la muerte de 17 personas -mientras que más de 12 resultados heridos- en un ataque que eclipsó a Columbine como el más mortal tiroteo en una Escuela Secundaria.

Los cargos podrían llevar a la pena de muerte, pero los fiscales no han dicho aún si buscarán dicha sentencia.

Funcionarios escolares en Broward County dijeron el domingo que querían que el personal regresara al campus para finales de la semana. El anuncio del sistema escolar no decía cuándo se reanudarían las clases.

Cruz fue investigado por la policía en 2016 después de que se hizo un corte en un brazo en un video en redes sociales y dijo que quería comprar un arma, pero las autoridades decidieron que recibía apoyo suficiente, informó el sábado un diario.

Además, el FBI admitió el viernes que no investigó una advertencia de que Cruz poseía armas y tenía el deseo de matar.

El presidente Donald Trump criticó la noche del sábado a la agencia federal por ignorar las señales que habrían evitado el tiroteo y la acusó por Twitter de "gastar mucho tiempo intentando demostrar la colusión rusa con la campaña (de 2016) de Trump".

Los estudiantes de la Escuela Secundaria Douglas planean una "Marcha por nuestras vidas" en Washington el 24 de marzo para llamar la atención sobre la seguridad escolar y exigirle a los legisladores que promulguen algún tipo de control de armas.

"Sabes, marchamos porque no son sólo las escuelas, son los cines, los conciertos, los clubes nocturnos", dijo el estudiante Alex Wind a la NBC. "Este tipo de cosas simplemente no pueden ocurrir".

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