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Las lágrimas y las flores de centenares de personas acogieron este domingo los ataúdes repatriados a Kiev de los once ucranianos muertos en el avión civil derribado por error en Irán, en un contexto de tensiones exacerbadas entre Washington y Teherán.
El presidente Volodiymir Zelenski, el primer ministro Oleksi Goncharuk y otros dignatarios asistieron a una ceremonia solemne en el aeropuerto Boryspil de la capital ucraniana.
Zelenski, vestido de ropa oscura, puso flores en los ataúdes de los nueve tripulantes y de los dos pasajeros ucranianos fallecidos y habló brevemente con sus familiares.
El presidente Volodiymir Zelenski acudió a los funerales de los ucranianos muertos en avión de Kiev (AFP)
Los ataúdes, envueltos en banderas ucranianas, azules y amarillas, fueron transportados a la pista por guardias de honor que también enarbolaron las banderas de otros países de origen de las víctimas.
Los féretros permanecerán varias horas en una terminal del aeropuerto para recibir homenajes. El funeral está programado para el lunes.
El presidente ucraniano no pronunció ningún discurso, pero la presidencia expresó en un comunicado sus "sinceras condolencias a las familias y a los familiares de las víctimas".
"Nuestras profundas condolencias a los seres queridos y memoria eterna a las víctimas", declaró en Facebook Oleksi Danilov, secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania.
"Nuestro trabajo continuará hasta que se aclaren plenamente las circunstancias de la tragedia y se castigue a los culpables", añadió.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Vadim Pristaiko, expresó en Twitter su "profunda gratitud por los mensajes de condolencia y solidaridad recibidos de todo el mundo".
Irán derribó avión de Kiev
El Boeing 737 de la UIA se estrelló poco después del despegue desde Teherán en dirección a Kiev el 8 de enero, causando la muerte de todos los pasajeros y la tripulación, es decir un total de 176 personas, en su mayoría iraníes y canadienses.
Tras tres días de negación, las fuerzas armadas iraníes admitieron que habían derribado el avión ucraniano por "error".
El presidente iraní, Hasan Rohani, pidió disculpas a su homólogo ucraniano y prometió castigar a los culpables.