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La Federación Francesa de Esgrima ha reconocido oficialmente el duelo con sables de luz de la saga de películas como un deporte competitivo, otorgando el mismo estatus que la espada, arma tradicional utilizada en la disciplina durante los Juegos Olímpicos.
Aunque, en la realidad las réplicas de las espadas hechas de policarbonato son rígidas, iluminadas por luces LED y no pueden cortar a un oponente por la mitad, se parecen bastante a las creadas por la saga espacial de George Lucas, e incluso, hacen un sonido notablemente similar al de las películas.
La finalidad del combate con sables de luz es una iniciativa de la Federación Francesa de Esgrima, la cuál está equipando a los clubes de esgrima con sables de luz y entrenando a alumnos e instructores de sables de luz para que, al igual que los Jedi, puedan combatir un Lado Oscuro moderno: los hábitos sedentarios del siglo XXI.
“Con los jóvenes de hoy, existe un verdadero problema de salud pública al respecto. No practican ningún deporte y solo hacen ejercicio con sus pulgares ", dice Serge Aubailly, secretario general de la Federación. "Es por eso que estamos tratando de crear un vínculo entre nuestra disciplina y las tecnologías modernas, por lo que participar en un deporte se siente natural".
Al desarrollar el deporte desde cero, los organizadores han producido reglas de competición destinadas a hacer que el sable de luz sea competitivo y fácil de usar.
Foto: AP
Los combatientes luchan dentro de un círculo marcado con una cinta en el suelo. Los toques con el sable en la cabeza o el cuerpo valen cinco puntos; a los brazos o piernas, tres puntos; en las manos, un punto. El ganador es el primero en alcanzar los 15 puntos o, si no lo logran rápidamente, el peleador con la puntuación más alta después de tres minutos será el ganador. Si ambos peleadores empatan a 10 puntos, el combate entra en una etapa de "muerte súbita", en la que gana el primer golpe a la cabeza o cuerpo.
Al ser demasiado "nuevo", el duelo con sables de luz no tiene esperanzas de lograr un lugar en los Juegos Olímpicos de París en 2024. Pero escuchar el zumbido de los sables cómo en las películas, puede animar a otros a probar el deporte.
Con información de The Guardian.
