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En la ciudad italiana de Taormina, en Sicilia, se puede ver un espectacular paisaje de acantilados junto al mar, un histórico teatro grecorromano del siglo III a.C., boutiques exclusivas, lujosos restaurantes y gente caminando por las calles luciendo atuendos a la última moda. Pero hay algo que a los mexicanos de inmediato nos llama poderosamente la atención: nopales, muchos nopales.
Las casas, calles y hasta souvenirs de esta ciudad están decorados con esta cactácea que llegó directamente de América desde las primeras expediciones europeas en el siglo XVI. Algunas fueron sembradas en estas tierras intencionalmente y otras se expandieron poco a poco tras llegar “escondidas” entre las mercancías que se transportaban por barco. Hoy se extienden por toda Sicilia y otras regiones de Italia.
Foto: Carlos Tomasini
En realidad —a diferencia de otros productos, como el maíz, el frijol o la calabaza que resolvían problemas de alimentación—, el nopal llegó a la isla de Sicilia como mera curiosidad. Los primeros que la llevaron a esas tierras fueron los españoles y, de inmediato, llamó la atención por ser una especie de árbol sin troncos ni ramas.
A lo largo de la historia, los habitantes del Mediterráneo han adoptado como suyas muchas cosas que venían de tierras lejanas, como el tomate de América o la berenjena de Asia. De igual modo, aprovecharon las ventajas que encontraron en el nopal: como que era fácil de plantar, que ayudaba a que la tierra fuera más fértil y, además, no pagaba los impuestos que establecía la Iglesia en aquellos tiempos.
El nopal, que en tierras italianas se conoce como opuntia, se adaptó rápidamente al clima cálido de esa región y resistió muy bien las bajas temperaturas, además de que le favorecieron los suelos volcánicos que hay en toda la isla, como los del Etna.
Foto: Carlos Tomasini
Está por todas partes
Por todo esto, en Taormina, al igual que en prácticamente toda Sicilia y en otras regiones italianas cercanas, el nopal, a 500 años de su llegada a Europa, es parte característica del paisaje, y representa un verdadero orgullo para sus habitantes.
En las tiendas se pueden comprar blusas, chamarras, suéteres y camisetas con diferentes diseños que colocan al nopal como motivo principal. Asimismo, hay aretes, collares, anillos y colguijes elaborados con diferentes metales, como la plata y el oro.
Foto: Carlos Tomasini
Las entradas, jardines, patios y ventanas de las casas están decoradas con coloridas macetas con nopales, al igual que los callejones, escalinatas, jardineras y parques a lo largo de la ciudad.
Foto: iStock
El paisaje natural también está “invadido” por los nopales: en las montañas, en las colinas, a los lados de las carreteras, en los caminos, por todos lados puede verse esta cactácea de manera natural o sembrada.
Y no se lo comen
¿Y en los restaurantes? Pues hay nopales en sus manteles, en sus letreros de la entrada, en la vajilla, en la decoración, en los cuadros que cuelgan de sus paredes y están impresos en el menú… pero no son parte de la dieta, así que no esperes ver unas tostadas o unos huevos con nopalitos.
Foto: Carlos Tomasini
Sin embargo, sí les gustan las tunas. La ficodindia, al igual que en México, se come como sola, en mermelada o en postre. Prácticamente en cualquier restaurante puedes encontrar algo preparado con tuna.
De hecho, la producción de tunas en Italia es muy importante y, a veces, aunque cueste admitirlo, es más grande y tiene más tradición que en México. Ni hablar.
Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señaló que el nopal será clave como alimento del futuro, algo que los italianos están empezando a tomar muy en cuenta desde ahora.
Y más allá
A unos 150 kilómetros al norte de Taormina, se encuentra Panarea, la segunda isla más pequeña de las ocho Eolias, cadena de islas volcánicas donde se levanta el Estrómboli, uno de los más activos del mundo.
En ese lejano punto en donde solamente viven menos de 250 personas y se pueden apreciar espectaculares paisajes conformados por la montaña que prácticamente termina en el mar, también hay nopales de manera natural y de ornato.
Los nopales silvestres predominan y, en ocasiones, pareciera que se está caminando por algún paraje de Tula o inclusive de la Ciudad de México. La misma sensación se siente al entrar a alguna tienda de artesanías en donde se puede comprar algún adorno o una prenda con la imagen de esta planta.
Así que por su rápida adaptación a estas lejanas tierras y el amor que sienten por el nopal los habitantes de esta región del mundo, puede ser considerado como “el mexicano más italiano”.
DATOS ÚTILES
Cómo llegar
El aeropuerto más cercano es el de Catania. De ahí se puede tomar un autobús a Taormina que cuesta el equivalente a 180 pesos. El trayecto es casi de una hora y media.
Cuándo ir
Taormina tiene buen clima buena parte del año en comparación con otros puntos de Europa, aunque la mejor temporada es el verano, aunque haya más gente y la temperatura alcance los 35 °C o más. En invierno, la temperatura oscila entre los 10 °C y 20 °C.
Hoteles
Hay todo tipo de alojamiento, con todo tipo de precios: desde exclusivos hoteles hasta cómodos hostales partiendo de unos 2,500 pesos por noche en temporada baja. Lo ideal es hospedarse en el centro, por lo que hay que reservar con tiempo para asegurar un lugar y obtener una mejor tarifa.