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Niños llorando desconsolados por estar separados de sus padres en habitaciones delimitadas por rejas. La imagen es consecuencia de las políticas del Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, pero, ¿cómo ha llegado EU a esta situación?
De acuerdo con las nuevas medidas del mandatario, todos los fiscales de Estados Unidos debían presentar cargos criminales contra cualquier inmigrante que cruce irregularmente la frontera desde México y deben, por tanto, ser encarcelados y separados de los niños con los que viajan, ya que a estos no se les puede imputar un crimen.
La decisión es fruto de una directiva del fiscal general de Trump, Jeff Sessions, que fue emitida a comienzos de abril y que luego fue anunciada oficialmente el pasado mayo.
Anteriormente, el Gobierno presentaba por defecto cargos por la vía civil contra los inmigrantes irregulares, lo que les permitía ser puestos en libertad hasta que los jueces tramitaban sus peticiones de asilo y no ser separados de sus hijos.
Este miércoles Trump se vio obligado a modificar sus nuevas medidas tras la acuciante presión, incluso dentro de su partido, que le acusaba de "crueldad", por lo que ahora los padres e hijos podrán permanecer juntos en centros dedetención de inmigrantes.
En 2005, el entonces presidente, el republicano George W. Bush, puso en marcha la operación "Streamline", inicialmente en Texas y luego expandida a otras zonas limítrofes, que buscaba procesar por la vía criminal a los inmigrantes llegados ilegalmente, con la excepción de las familias con menores.
Este plan es considerado el germen de las políticas de "tolerancia cero" de Trump y fue empleado parcialmente por el Ejecutivo del expresidente Barack Obama (2009-2017) hasta 2014.
Hasta el giro de Trump, las distintas Administraciones habían cumplido con un acuerdo, conocido como "Flores", al que llegó el Gobierno con dos organizaciones humanitarias en 1997 -con Bill Clinton como presidente- y que establece que los menores no acompañados detenidos en la frontera solo pueden ser privados de libertad durante 20 días.
En 2014, Obama violó ese pacto cuando se produjo una llegada masiva de menores procedentes de Centroamérica.