Desesperados por no poder cruzar por el puente que une Guatemala y México, decenas de migrantes están optando por lanzarse al río Suchiate.
Al mediodía de este sábado, algunos de los miles de hondureños desistieron de seguir esperando en el puente internacional Rodolfo Robles, para entrar a territorio mexicano de forma irregular. En algún momento, abrieron una parte del puente y pusieron una escalera que colgaba hasta el río.
Cada cinco minutos, una balsa pasa para recoger a los migrantes. En cada traslado, cabe una decena de personas, aproximadamente.
Los que no tienen para pagar los entre 5 y 15 pesos que cuesta el traslado en estas balsas hechas de madera y llantas, recorren el río nadando. Otros más lo cruzan agarrados a un lazo que lo atraviesa.
Para los migrantes, correr este riesgo resulta preferible que quedarse esperando a que el gobierno mexicano les abra el acceso y les permita pasar hacia Chiapas.
Algunos señalan que incluso, en el caso de que las autoridades mexicanas los dejen llegar a los albergues, la posibilidad de ser deportados por no tener papeles migratorios es elevada, por lo que prefieren seguir su tránsito hacia Estados Unidos de manera ilegal.
Entre quienes esperaban en el puente a que se les abrieran las puertas, hubo quienes mostraron su inconformidad con quienes se aventaban al río y en determinado momento se desató un enfrentamiento verbal, en el que los primeros acusaban a los segundos de que los iban a perjudicar y de que las autoridades mexicanas podrían tomar represalias.