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Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco "no se toma en serio el problema" de los abusos sexuales, dijo hoy el español Miguel Hurtado, que denunció haberlos sufrido por parte de un monje de la abadía de Montserrat (noreste de España), y que se mostró profundamente "decepcionado" en el primer día de la histórica cumbre de obispos para tratar sobre el asunto, convocada por el pontífice.
"Los puntos de reflexión que el Papa Francisco ha dado a los obispos son muy, muy flojos. No incluyen la tolerancia cero, no dice que todo sacerdote que ha abusado de un menor tiene que ser expulsado inmediatamente, no habla de mecanismos de rendición de cuentas para que los obispos encubridores o el abad de Montserrat (acusado de encubridor) sean cesados de su puesto de trabajo", dijo a los periodistas Hurtado.
Se refería al documento con 21 ideas que se ha distribuido entre los participantes, entre ellos más de cien representantes de las Conferencias episcopales, para comenzar a trabajar en esta cumbre, que concluirá el domingo en el Vaticano.
Hurtado, que al igual que otros hombres asegura haber sido agredido sexualmente cuando era adolescente por el monje Andreu Soler, fallecido en 2008, agregó que en documento "no habla de una denuncia automática de todos los casos de abusos sexuales, dice que depende de la ley de cada país, y hay países que no protegen de forma adecuada a los menores".
Tampoco habla de "transparencia, de que los archivos de la perversión, los archivos canónicos donde está toda la evidencia documental, se entregue a las autoridades civiles", subrayó.
"Si esto es lo mejor que el papa tiene que ofrecer, esta cumbre va a ser un absoluto fracaso. No les va a servir ni siquiera a nivel de relaciones públicas, ni de campaña de marketing", aseguró.
En su opinión, "esto lo que demuestra es que ha habido muy poco trabajo previo, muy poca preparación" y que "el Papa Francisco no se toma en serio el problema".
"Los obispos, abades, cardenales, ya han hablado con las víctimas, lo hacen periódicamente y a pesar de escuchar los testimonios, en vez de responder de forma humana denunciado el delito a la policía lo han encubierto una y otra vez", insistió.
Por ello, señaló que "la Iglesia Católica está en tiempo de descuento" y que lo único que serviría es que "haya consecuencias" porque "la mayoría de víctimas hemos sido católicos y cuando hemos sido abusados, lo primero que hemos hecho es decírselo al obispo, por lo tanto se saben de memoria nuestras historias, llevan 30 años escuchándolas, y esto no va a servir".
En este caso, el abad de Montserrat, Josep Maria Soler, acusado de encubridor por Hurtado, ha pedido perdón por los casos de abusos sexuales en la comunidad y se comprometió a "aclarar" lo sucedido.