Juegos sexuales retorcidos, castigos que incluían latigazos, planes para construir un calabozo donde enjaular a las “discípulas”. Todo esto ocurría en la secta Nxvim por órdenes de su líder, Keith Raniere, de acuerdo con el segundo día de testimonios de una exdiscípula del primer círculo del grupo, Lauren Salzman.

En el marco del juicio por tráfico sexual, extorsión y otros delitos, contra Raniere, que comenzó a principios de este mes, Salzman, de 42 años y quien era una de las “maestras” del primer círculo de la secta, compareció este lunes para continuar con el testimonio que comenzó a dar el viernes.

En esta segunda parte, Salzman habló de cómo era ser una “esclava” de Raniere, de 58 años.

Sus métodos de castigo incluían azotarlas con una correa de piel si él consideraba que habían violado alguna de sus normas, y que Raniere planeaba construir un calabozo en la casa que la “hermandad” tenía en Waterford, cerca de Albany.

“Habría una jaula para la gente más comprometida con crecer”, gente que estuviera dispuesta a “rendirse” en aras del crecimiento personal. El encierro duraría horas, o días, contó Salzman, citada por medios como The New York Times y The New York Post. 

Según el Times, la testigo dijo que las mujeres se comprometían en secreto a ser las “esclavas de por vida” de Raniere, a quien se referían como “amo” o “gran amo”.

Utilizaban aplicaciones telefónicas para encriptar conversaciones y realizaban tareas que él les encomendaba. El secretismo era tal que muchas integrantes no conocían las identidades de otras.

Si fallaban, venían los castigos, que también podían incluir poses dolorosas, pararse descalzas sobre la nieve, tomar baños de agua helada y azotarse entre ellas con la correa. Contó que una vez Raniere exigió a las mujeres azotarse en la cintura de una forma particular para infligir el máximo dolor.

Según Salzman, Raniere tuvo relaciones sexuales con siete de las ocho integrantes del primer círculo, conocido como DOS, incluyendo la actriz de “Smallville”, Allison Mack.

Además obligaba a algunas, incluyendo Salzman y Mack, a hacer tríos sexuales con él, según revela el New York Post. 

“Todo comenzó a volverse muy atemorizante”, admitió Salzman, cuya madre, Nancy Salzman, es una de las cofundadoras del grupo y se declaró culpable de conspiración para crimen organizado. 

Raniere, de 58 años, cofundó Nxvim junto con Nancy Salzman como una organización de autoayuda en los años 90. Unas 16 mil personas tomaron los cursos del grupo, por los cuales se llegaba a pagar decenas de miles de dólares.

Las autoridades estadounidenses decidieron investigar a la organización después de que el Times publicó un artículo en 2017 detallando que las mujeres que se unían al grupo tenían que entregar como “garantía” información vergonzosa, incluyendo poses desnudas, y eran amenazadas con hacerla pública si intentaban sacarla a la luz.

Se reveló además que algunas eran “marcadas” con una pluma cauterizadora.

Las autoridades federales de Estados Unidos iniciaron la investigación de la organización luego de que The New York Times publicó un artículo a fines de 2017 que detallaba cómo las mujeres tenían que proporcionar secretos personales como "garantía" para unirse a la “hermandad” de Raniere.

Lo anterior bajo la advertencia de que la información dañina o vergonzosa, normalmente fotos de desnudos y en poses, se haría pública si revelaban la existencia de la “hermandad” o por traición. Además, algunas de las mujeres eran marcadas.

Salzman relató que Raniere reclutó a las ocho mujeres del primer círculo, que incluían a Rosa Laura Junco, quien habría comprado la casa de la hermandad y con quien según la testigo Raniere no tuvo relaciones sexuales.

En su testimonio, que comenzó el viernes, Salzman reveló que en la estructura piramidal de Nxvim había cuatro niveles de esclavas, cada una de las cuales se reportaba ante su “maestra” de nivel. Las reclutas pasaban por cinco etapas, que comenzaban con la de “prospecto”, cuando entregaban la información “vergonzosa o dañina”; luego tenían que entregar más material, para convertirse en “totalmente colaterizados” En la práctica, con esos datos eran chantajeados.

El objetivo de la secta, aseguró, según el Times, era venerar a Raniere, con “obediencia y secretismo totales”. “Entregas tu vida, tu mente, tu cuerpo, para su uso incondicional”, detalló.

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