Una organización gubernamental brasileña divulgó un video con imágenes inéditas del que es considerado "el hombre más solitario del mundo", un indígena de la selva amazónica que ha vivido por décadas en soledad y que se cree es el último sobreviviente de su tribu, según lo informó hoy Survival International.
Las imágenes exclusivas fueron realizadas en la región de Tanaru, en el norteño estado de Rondonia, por la Fundación Nacional del Indígena de Brasil (Funai), la agencia gubernamental de protección a los pueblos indígenas en el gigante suramericano.
En el video divulgado, fruto de una investigación de 22 años por parte de la Funai, se observa un hombre de complexión fuerte con una larga melena anudada en una coleta, que semidesnudo trata de abrirse camino en medio de la selva con un hacha.
La organización gubernamental ha seguido durante más de dos décadas los pasos de este singular hombre, sin que él se diera cuenta y sin interferir en su vida cotidiana, para vigilar el territorio donde vive y garantizar su protección, además de estudiar su comportamiento.
Los restos de herramientas y alimentos dejados por el indígena, que vive de forma muy rudimentaria, indicaron que cultiva maíz, mandioca, papaya y plátanos, y también caza animales para asegurar su subsistencia.
El "hombre del hoyo", llamado así por los agujeros que acostumbra a cavar en el suelo, es el único superviviente de una tribu extinguida, y en todo este tiempo viviendo en soledad no ha intercambiado ni una sola palabra, ni establecido contacto con ningún otro ser humano.
"Ese hombre, que la gente desconoce, aun perdiendo todo, como su pueblo y una serie de prácticas culturales, ha demostrado que, en el medio del bosque, es posible sobrevivir y resistir a aliarse con la sociedad mayoritaria. Creo que él está mucho mejor que si hubiera tenido contacto", señaló Altair Algayer, jefe del equipo de la Funai que monitorea el territorio del indígena aislado, en declaraciones citadas por la Ong.
Los investigadores de Funai tampoco interactúan de ninguna manera con el hombre, quien parece preferirlo así, y tan sólo le proporcionan algunos objetos útiles para su supervivencia, como semillas y herramientas, los cuales dejan en lugares por donde pasa frecuentemente.
La fundación brasileña apuntó que la extinción de su tribu pudo ser casuada por la colonización desordenada, la instalación de granjas y la explotación ilegal de madera, fenómenos que provocaron sucesivos ataques a los pueblos indígenas que hasta entonces vivían aislados en esas regiones.
Muchos de estos grupos se vieron envueltos en un constante proceso de expulsión de sus tierras por parte de personas que reclamaban ser terratenientes que contrataban a terceros para matarlos y ocupar los territorios.
Funai explicó que después del último ataque de granjeros ocurrido a finales de 1995, la tribu de este solitario hombre, que probablemente ya fuera pequeño, de unas seis personas, se redujo a un único superviviente.