Un nuevo virus, tipo SRAS, ha matado por el momento a 17 personas y ha infectado a centenares en China, cuyos ciudadanos empiezan además en breve las vacaciones del Año Nuevo Lunar, en las que se producen millones de desplazamientos.
Varios países asiáticos y Estados Unidos pusieron en marcha controles de detección para los pasajeros procedentes de Wuhan, la ciudad china en la que se identificó el epicentro del virus.
Al parecer, el virus pertenece a una cepa desconocida hasta ahora de coronavirus, una familia de patógenos que abarca desde resfriados comunes hasta el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), que mató a 349 personas en China continental y a 299 en Hong Kong en 2002 y 2003.
Arnaud Fontanet, jefe del departamento de epidemiología en el Instituto Pasteur de París, explicó a la AFP que la cepa del virus actual es en un 80% idéntico genéticamente al SRAS.
China compartió el genoma del virus con científicos de otros países.
De momento, se lo ha apodado "2019-nCoV".
La Organización Mundial de la Salud anunció el lunes que cree que la "fuente primaria" del brote es de origen animal, y las autoridades de Wuhan indicaron que el centro de la epidemia se encontraba en un mercado de pescado.
Sin embargo, China confirmó más tarde que el virus se contagia entre humanos, sin que tenga que haber ningún contacto con el mercado.
La doctora Nathalie MacDermott, del King's College de Londres, apuntó que el virus podría transmitirse por vía aérea cuando la persona infectada tose o estornuda.
Según apuntó el martes un grupo de médicos de la Universidad de Hong Kong, habría habido unos 1.343 casos en Wuhan, una cifra similar a la proyección de 1.700 que hizo la semana pasada el Imperial College de Londres.
Ambas estimaciones son mayores a las cifras oficiales.
Comparados con los del SRAS, los síntomas de este nuevo virus parecen ser menos agresivos, y los expertos destacan que el balance de muertos es todavía relativamente bajo.
Según las autoridades de Wuhan, veinticinco de más de 200 personas infectadas en la ciudad se curaron.
"Es difícil comparar esta enfermedad con el SRAS", comentó Zhong Nanshan, un reputado científico de la Comisión Nacional de Salud de China en una rueda de prensa esta semana. "Es suave. El impacto en el pulmón no es como con el SRAS".
Sin embargo, que el virus sea suave también puede generar alarma ya que, puesto que los síntomas son más leves, la gente podría seguir viajando antes de que se les detecte la presencia del virus, advierten los expertos.
La OMS llevaba a cabo una reunión el miércoles para decidir si el brote constituye una "emergencia de salud pública internacional".
La agencia solo ha utilizado esa denominación un puñado de veces, como en el caso del virus H1N1 (2009); la epidemia del virus del Ébola (2014-2016) o el virus del Zika (2016).
El gobierno chino le dio al brote la misma clasificación que al SRAS, lo que comportará la cuarentena obligatoria para los diagnosticados y una posible instauración de restricciones para viajar.
En Tailandia las autoridades han decretado controles de temperatura corporal obligatorios para los pasajeros procedentes de zonas de alto riesgo de China.
Medidas similares han tomado los gobiernos de Hong Kong, donde murieron centenares de personas durante la epidemia de SRAS entre 2002 y 2003, y Estados Unidos, que está controlando a los pasajeros provenientes de Wuhan.
Taiwán ha emitido una alerta para los pasajeros que viajen hacia o desde la provincia china donde se encuentra el foco del problema. Vietnam ha reforzado los controles terrestres con su vecino chino.
Las noticias de que un nuevo virus que ha infectado a centenares de personas en el centro de China puede transmitirse entre humanos han sacudido los mercados financieros y han generado temores de que la economía mundial se vea vapuleada en momentos en que parecía cobrar impulso.
Las autoridades de salud en toda Asia han estado incrementando su vigilancia y otras precauciones para prevenir una repetición del caos y las muertes vividas durante la crisis del SARS (síndrome respiratorio agudo grave) en 2003, que causó pérdidas de entre 40 mil millones y 50 mil millones de dólares por la reducción de viajes y gastos.
Los primeros casos del que ha sido identificado como una nueva variante del coronavirus fueron vinculados con un mercado de mariscos en Wuhan, lo que indicó que hubo transmisión de animales a humanos, pero ahora se cree también que se disemina entre personas.
Una baja de los mercados financieros el martes fue seguida por una recuperación el miércoles, cuando los inversionistas compraron acciones baratas. Los títulos de referencia estaban mayormente en alza en Asia, Europa y Estados Unidos.
Aunque el nuevo virus parece menos peligroso que el SARS, "el riesgo más significativo para Asia pudiera estar al acecho, con la llegada de la temporada de viajes en la región, lo que pudiera multiplicar la difusión", dijo Stephen Innes, principal estratega de AxiCorp para Asia.
AFP y AP