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El nuevo primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, escapó de un ataque con granadas el sábado en una manifestación en la capital en la que una persona resultó muerta y decenas fueron heridas, dijeron funcionarios y testigos.
El ataque fue lanzado por una persona no identificada momentos después de que el primer ministro de 41 años, un exsoldado que asumió el cargo en abril, terminase su discurso ante decenas de miles de personas reunidas en la Plaza Meskel en el centro de Adís Abeba.
Un testigo vio que los guardias se llevaban a Abiy. Otro testigo dijo a Reuters que el agresor que portaba la granada había sido derribado por la policía antes de que ésta explotara.
El ministro de Sanidad, Amir Aman, dijo que una persona murió y 154 resultaron heridas, y que 10 de ellas se encuentran en estado crítico. Dirigiéndose a la nación en televisión poco después, Abiy dijo que el ataque fue un "intento de las fuerzas que no quieren ver a Etiopía unida".
Abiy había prometido en su discurso de manifestación traer más transparencia al gobierno y la reconciliación a una nación desgarrada por años de protestas. Cuando hablaba por televisión, todavía llevaba puesta una camiseta verde que le entregaban los organizadores de la marcha.
Eritrea, que durante mucho tiempo ha estado en desacuerdo con Etiopía por una disputa fronteriza que Abiy ha tratado de resolver, condenó el incidente. La Unión Europea y Estados Unidos también se sumaron a la condena del ataque.
Abiy asumió el cargo después de que su predecesor, Hailemariam Desalegn, renunciara tras las protestas que estallaron en 2015 en la nación de 100 millones de personas. La ley de emergencia se impuso temporalmente para calmar los disturbios y se levantó este mes.
A pesar de contar con una de las economías de mayor crecimiento de África, los opositores dicen que los beneficios no se han compartido de manera justa entre los grupos étnicos y las regiones del país, que ha sido administrado por la misma coalición gobernante durante más de un cuarto de siglo.
Después del estallido del sábado, el jefe de gabinete del primer ministro escribió en Twitter: "Algunos cuyo corazón está lleno de odio intentaron un ataque con granadas".
"Todas las bajas son mártires de amor y paz. El primer ministro envía sus condolencias. Los perpetradores serán enjuiciados", escribió Fitsum Arega.
La embajada de Estados Unidos en Adís Abeba dijo: "La violencia no tiene cabida ya que Etiopía persigue reformas políticas y económicas significativas".