Este miércoles, las autoridades hongkonesas liberaron a Chan Tong-kai, acusado de un asesinato en Taiwán, cuyo caso originó los planes para cambiar las leyes de extradición que desencadenaron las protestas masivas en la ciudad.
Después de haber pasado 19 meses en prisión, el joven se disculpó con la familia de la víctima por el gran "dolor y la agonía" que les causó.
"Estoy dispuesto a entregarme", afirmó, además de declarar su disposición a "regresar a Taiwán para enfrentar un juicio y cumplir su sentencia".
Sin embargo, hay discrepancias entre Hong Kong y Taipéi sobre cómo el sospechoso debería ser transferido.
Si bien Hong Kong afirma que Chan es libre de viajar a Taiwán y entregarse, Taipéi quiere enviar oficiales para que lo escolten, una propuesta que Hong Kong ha rechazado.
Chan nació en China continental y tenía 20 años cuando fue sentenciado en abril.
Era estudiante y también trabajaba a tiempo parcial en una empresa donde conoció a su novia, Poon Hiu-wing, en julio de 2017.
El joven es acusado de matar a Poon, con quien había viajado a la capital taiwanesa, Taipéi, para celebrar el día de San Valentín en 2018.
El asesinato de la joven, que además estaba embarazada, habría ocurrido en el hotel Purple Garden, donde se hospedaba la pareja.
Luego de haberla estrangulado, Chan la habría metido en una maleta rosada, que más tarde dejaría en un parque cerca de una estación de metro alejada del centro de la capital.
Chan Tong-kai admitió que mató a su novia después de que esta le mostrara un video de ella teniendo sexo con otro hombre y le confesara que el verdadero padre de su bebé era su exnovio.
Después del crimen, Chan regresó a Hong Kong, donde fue detenido por las autoridades del archipiélago y encontrado culpable de haber robado dinero de la tarjeta de crédito de Poon, además de haberse quedado con su teléfono celular y su cámara fotográfica.
Las autoridades taiwanesas quieren procesar a Chan por el asesinato de Poon Hiu-wing, pero la inexistencia de un acuerdo de extradición entre Hong Kong y Taiwán, dificulta su traslado a Taipéi.
Y a raíz de este crimen, Hong Kong introdujo planes para cambiar las leyes de extradición en el archipiélago.
"El caso de asesinato en Taiwán ha puesto el reloj en marcha. No queremos que el sospechoso escape", había argumentado la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, después del arresto del joven. "Debemos esforzarnos por aprobar la ley", agregó.
Pero, los detractores del proyecto legislativo, ahora suspendido, afirman que esta podría permitirle a Pekín perseguir a sus opositores políticos y, de paso, terminar con la independencia judicial que disfruta Hong Kong.
Además, aseguran que las personas estarían sujetas a la detención arbitraria, al juicio injusto y la tortura bajo el sistema judicial chino.
Luego de la liberación de Chan este miércoles, el secretario de seguridad de Hong Kong, John Lee, instó al gobierno taiwanés a "ver cómo pueden aceptar la entrega del acusado, facilitando (el proceso), en lugar de poner obstáculos y restricciones".
Por su parte, el Consejo de Asuntos del Continente de Taiwán lamentó la poca colaboración de Hong Kong y cuestionó cómo se sentirían otros pasajeros si un presunto asesino viaja con ellos en un vuelo comercial a Taiwán sin ser escoltado por las autoridades.