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Un ex marine de Estados Unidos fue arrestado y acusado ayer de formar parte de un supuesto complot para realizar un ataque terrorista en Navidad, informó el Departamento de Justicia.
Los documentos publicados por medios locales indican que el ex marine, de 26 años y detenido en California, expresó su apoyo al Estado Islámico (EI) y que planeaba un ataque con rifles de asalto y explosivos contra el centro comercial Pier 39 de San Francisco.
Supuestamente, el acusado discutió los planes con un agente encubierto del Buró Federal de Investigaciones (FBI), quien se hizo pasar por alguien vinculado con los altos mandos del EI y a quien le habría confesado sobre la necesidad de realizar “algo similar” a los ataques mortales en Nueva York, en octubre, o San Bernardino, en 2015.
En esas conversaciones, el ex militar le habría pedido materiales al agente para hacer el explosivo, además de detallarle un plan con el cual “guiaría” a la gente hacia el lugar donde comenzaría a disparale. También dijo que estaba dispuesto a morir en el ataque.
El acusado comenzó a ser seguido por el FBI luego de que una fuente alertara sobre sus preferencias a favor del ÉI en la red social Facebook.
En diciembre el ex marine le habría dicho al agente que no llevaría adelante el ataque. “Creo que no puedo hacer esto después de todo. Lo he reconsiderado”, comentó.
Sin embargo, el FBI registró su casa el miércoles e incautó armas de fuego, municiones, fuegos artificiales, un sobre que contenía su testamento y una carta que parecía estar destinada a los investigadores luego de que se llevara a cabo el ataque planeado.
En él aludió a la reciente decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y dijo: “Han traído esto sobre ustedes mismos... Esto continuará hasta que los leones del islam los alcancen... Larga vida a EI”. El acusado se unió a los marines en 2009, pero luego fue dado de baja por alistamiento fraudulento al no revelar su historial de asma, según los documentos. Si es declarado culpable, enfrenta una condena de hasta 20 años de cárcel y una multa de 250 mil dólares.
“Nuestros increíbles oficiales han ayudado a frustrar un supuesto complot para matar estadounidenses”, dijo el fiscal general Jeff Sessions.
vkc