Un excomandante de la Policía Federal mexicana que era uno de los principales hombres de contacto de la DEA en México fue acusado de narcotráficoen Nueva York, donde se declaró no culpable de los cargos, informó el viernes la Fiscalía federal de Brooklyn.

Iván Reyes Arzate fue acusado el jueves por un gran jurado de tres delitos de conspiración internacional para distribuir cocaína en Estados Unidos entre septiembre y noviembre de 2016, crímenes pasibles de una pena mínima de 10 años de cárcel cada uno y una máxima de cadena perpetua.

Reyes Arzate, que está detenido en una cárcel neoyorquina, compareció este viernes ante la jueza federal de Brooklyn Cheryl L. Pollak y se declaró "no culpable" de los cargos.

La jueza decidió que debe permanecer detenido, como pedía la Fiscalía, ya que de lo contrario podría escaparse a México.

El excomandante de la Unidad Sensitiva de Investigación (SIU) de México entre 2008 y 2016, "abusó de su posición al otorgar asistencia a cárteles mexicanos de la droga a cambio de al menos cientos de miles de dólares", indicó Richard Donaghue, fiscal del distrito este de Nueva York, en una carta a la jueza.

La SIU está integrada por policías mexicanos que luchan contra el narcotráfico, el lavado de dinero y otros delitos en cooperación con agentes de la agencia antidrogas estadounidense, la DEA. Sus integrantes reciben entrenamiento en la sede de la agencia en Estados Unidos y se enteran de investigaciones en marcha del país vecino.

Pero al tiempo que colaboraba con la DEA, Reyes Arzate otorgaba información y protección a cambio de sobornos al cártel de los Beltrán Leyva y a El Seguimiento 39, entre otras organizaciones criminales mexicanas, señaló la Fiscalía.

"Con la ayuda corrupta del acusado, estos cárteles llevaron a cabo sus actividades criminales en México sin interferencia significativa de las autoridades, e importaron múltiples toneladas de cocaína y otras drogas a Estados Unidos", sostuvo Donaghue.

Reyes Arzate se entregó en 2018 en Chicago tras ser acusado de filtrar información sensible sobre investigaciones antidroga estadounidenses a cárteles de la droga mexicanos.

Fue condenado ese año en Chicago a 40 meses de cárcel. Según la Oficina de Prisiones de Estados Unidos, debía ser liberado el 27 de enero para ser deportado a México, pero un gran jurado de Nueva York decidió el jueves acusarlo de estos nuevos cargos de conspiración para traficar drogas hacia Estados Unidos.

La fiscalía pidió que su caso sea adjudicado al juez Brian Cogan, que presidió el juicio contra el exjefe del cartel de Sinaloa, Joaquín "Chapo" Guzmán, y lleva adelante el caso por narcotráfico contra el exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna.

Los tres casos son similares y parte de las pruebas se superponen, argumentaron los fiscales.

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