El fiscal general de Estados Unidos, Bill Barr, anunció este jueves que el gobierno federal volverá, después de 16 años, a ejecutar a los condenados a pena de muerte.
"El Departamento de Justicia defiende el imperio de la ley, y le debemos a las víctimas y a sus familias avanzar con la sentencia impuesta por nuestro sistema de justicia", dijo Barr en un comunicado.
Los primeros a los que se les aplicará esta medida serán cinco asesinos ya condenados que serán ejecutados en la penitenciaría de Terre Haute en Indiana.
El Departamento de Justicia dijo que todos estos condenados agotaron sus recursos de apelación y que actualmente no hay ningún impedimento para su ejecución.
El año pasado hubo 25 ejecuciones en Estados Unidos, todas ellas llevadas a cabo por autoridades estatales para personas condenadas por cargos también estatales y no federales.
El gobierno federal tiene cerca de 60 personas en el corredor de la muerte en las prisiones federales.
Pero, debido a los debates sobre los métodos de ejecución y a controversias sobre las drogas utilizadas, además de las reticencias del anterior presidente estadounidense, Barack Obama, ningún prisionero federal ha sido ejecutado desde 2003.
Barr ordenó que la Oficina de Prisiones ejecute el procedimiento mediante una sola inyección legal del fenobarbital (fenobarbitona), un barbitúrico que reemplaza un método que usaba tres drogas distintas.
El primer condenado será ejecutado el 9 de diciembre de 2019. Se trata de Daniel Lewis Lee miembro de un grupo racista que asesinó a tres personas de una familia, incluyendo a un niña de ocho años.