París.— Los devastadores incendios en la Amazonia y el recrudecimiento de las tensiones comerciales centraron ayer los debates en el inicio del G7 en la ciudad de Biarritz, una cumbre bajo un clima de tensión y divisiones internas.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anfitrión del encuentro, llamó a una “movilización de todas las potencias, en asociación con los países sudamericanos, para sofocar las llamas que devoran la Amazonia desde hace varios días e invertir en la reforestación.
“Debemos responder de manera concreta al llamado de los bosques que arden actualmente en la Amazonia”, urgió el gobernante en un discurso a la nación retransmitido por televisión, antes de recibir a los integrantes del G7.
Francia amenazó con bloquear el acuerdo de libre comercio alcanzado entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur por las “mentiras” del mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, en materia de compromisos ambientales. Aunque el gobierno alemán no coincidió con Macron, al afirmar que oponerse al pacto comercial “no es la respuesta apropiada”, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, consideró “difícil imaginar un acuerdo con el Mercosur, mientras la Amazonia arde.
“Por supuesto respaldamos el acuerdo entre la UE y el Mercosur (...), pero es difícil imaginar un proceso de ratificación armónico por parte de los países europeos mientras que el gobierno brasileño permite la destrucción del pulmón verde de la Tierra”, dijo Tusk después de llegar a Biarritz. España se opuso al bloqueo del acuerdo UE-Mercosur, dijo la presidencia. La cumbre, en la que participan los líderes de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá y Japón, estaba también dominada por el tema de los aranceles.
“Las tensiones comerciales son malas para todos”, advirtió Macron, en un mensaje dirigido a su par estadounidense, Donald Trump, quien el viernes reiteró sus críticas a la decisión de Francia de aplicar un impuesto a las grandes empresas tecnológicas, como Google o Facebook, y amenazó con imponer gravámenes a los vinos.
“Necesitamos una desescalada de las tensiones”, urgió el primer ministro británico, Boris Johnson, quien hace en Biarritz su debut en la escena diplomática internacional. “Quienes apoyan los aranceles corren el riesgo de ser tomados como responsables de la recesión de la economía mundial”, sentenció.
Johnson también afirmó que la UE debe renunciar al dispositivo para la frontera irlandesa (salvaguarda irlandesa) previsto en el proyecto de acuerdo sobre el Brexit, si quiere evitar una salida sin acuerdo de Reino Unido de la UE.
Además, pidió a Trump eliminar las “considerables barreras” para las empresas británicas que quieren exportar al mercado estadounidense.
“Uno de mis objetivos es convencer a todos nuestros socios de que las tensiones comerciales son malas para todos”, dijo el presidente francés, quien mantuvo un almuerzo de trabajo en Biarritz con su par estadounidense para romper el hielo antes de una cena oficial.
Cerca de Biarritz, en el centro de Bayona, miles de personas protestaron contra la cumbre y hubo altercados. Un total de 68 personas fueron detenidas; 38 quedaron bajo custodia en comisaría, indicó la prefectura. Se produjeron choques contra los oficiales en los alrededores del puente del Saint Esprit y en el Petit Bayonne.