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El ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, aseguró hoy que Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, no sólo estudió para piloto en Bolivia, sino que en 2016 incluso tenía una credencial que le daba acceso a la Asamblea Legislativa.
En entrevista para el diario “El Deber”, Murillo, quien denunció ante la fiscalía al exmandatario Evo Morales por “terrorismo y sedición”, dijo que “el otro día hemos encontrado credenciales de la Asamblea Legislativa Plurinacional a nombre del hijo del Chapo Guzmán [Iván Archivaldo]. Credenciales, esos permisos provisionales para ingresar a la Asamblea”.
Añadió que Iván Archivaldo, cuyo padre fue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, llegó a Bolivia para estudiar para ser piloto. “Estuvo en Santa Cruz, vino a estudiar pilotaje, ha estudiado y eso lo sabemos por Inteligencia. Luego desapareció, cuando se dieron cuenta y hubo un aviso de los gringos, desapareció”, aseveró Murillo.
Todo ello, subrayó, bajo la protección de Evo Morales, a quien acusó de ser “un narcotraficante”.
Iván Archivaldo está acusado en Estados Unidos de lavado de dinero, así como de tráfico de drogas.
Evo renunció a la presidencia el pasado 10 de noviembre, presionado por el retiro del apoyo de las Fuerzas Armadas y en medio de denuncias de fraude en las elecciones del 20 de octubre, en las que fue declarado ganador. El líder boliviano pidió y obtuvo asilo en México, donde hoy se encuentra.
Según Murillo, en los últimos dos años Brasil presentó 16 solicitudes de extradición de narcotraficantes al gobierno de Morales, que no respondió a ninguno. “¿Qué quiere decir eso?, que había un gobierno que estaba protegiendo al narcotráfico. Poco a poco se van a ir cayendo todas las máscaras”, explicó Murillo en la entrevista con El Deber.
También dijo que en las cárceles de Bolivia hay cárteles de Brasil y de México, además de que el narcotráfico mueve en la región del Chapare entre mil y mil 500 millones de dólares anuales.
Aseguró, en ese sentido, que emprenderá una “lucha sin cuartel” contra el narcotráfico “durante estos pocos días que tenemos para gobernar”.
Sobre la acusación de sedición y terrorismo contra Morales, aseguró que están más que comprobados los delitos, en particular con el audio que se difundió y en el que supuestamente el exmandatario organiza desde México los bloqueos y llama a “evitar que la comida llegue a las ciudades”.
Sin embargo, aclaró que no se ha solicitado el apoyo de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos.
“Tenemos una excelente policía”, dijo, y añadió que “la DEA ha cometido algunos atropellos en el país” y que contactarlos sólo caldearía “más los ánimos”.
Reconoció, en todo caso, que en la policía está infiltrada gente relacionada con el narcotráfico y que por eso “he creado un sistema de Inteligencia propio, con gente de mi confianza, que no conoce nadie y por eso estoy teniendo resultados”.