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La Iglesia católica está golpeada por una ola de escándalos de pederastia, como el que implica al cardenal australiano George Pell, número tres del Vaticano, declarado culpable de abusos sexuales a dos menores.
El Vaticano albergó la semana pasada una cumbre inédita sobre la pederastia, al final de la cual el papa Francisco prometió "una lucha a todos los niveles" contra los abusos sexuales por parte del clero.
- Estados Unidos -
El papa Francisco expulsó en febrero del sacerdocio al excardenal estadounidense Theodore McCarrick, de 88 años, acusado de abusos sexuales hace casi medio siglo. Fue la primera vez que se redujo a un cardenal al estado laico por dichos motivos.
En agosto, una investigación de la fiscalía de Pensilvania destapó abusos sexuales perpetrados por más de 300 "curas depredadores" y su encubrimiento por parte de la Iglesia católica de ese estado, donde al menos mil niños fueron víctimas de esos actos.
En los años 2000, según una investigación del diario Boston Globe, la jerarquía de la diócesis de Boston, y en particular el exarzobispo Bernard Law, encubrió sistemáticamente los abusos sexuales cometidos por unos 90 sacerdotes durante décadas. Law, refugiado en el Vaticano tras dimitir a su cargo en 2002, falleció en 2017.
La Iglesia católica estadounidense recibió entre 1950 y 2013 denuncias de unas 17 mil víctimas de abusos cometidos por unos 6.400 miembros del clero, entre 1950 y 1980, según la web bishop-accountability.org.
- Chile -
En Chile, hay actualmente investigaciones abiertas contra 167 personas, entre ellas siete obispos, 96 sacerdotes y otros laicos vinculados a la Iglesia, por agresiones sexuales a menores y adultos desde la década de 1960.
El número de víctimas de estos casos asciende a 178, entre ellos 79 eran menores de edad cuando sucedieron los hechos.
Durante su viaje a Chile en enero de 2018, el papa Francisco defendió al obispo Juan Barros, acusado de encubrir durante décadas al cura Fernando Karadima, condenado por abusos sexuales a menores en los años 1980 y 1990.
Luego, en mayo, dio marcha atrás e invitó a Roma a algunas víctimas y convocó a todos los obispos chilenos, que presentaron su renuncia en bloque tras reunirse con Francisco. El papa aceptó hasta ahora la dimisión de siete de ellos, incluida la de Juan Barros.
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- Australia -
Un tribunal de Melbourne declaró al cardenal George Pell, de 77 años, culpable de un cargo de agresión sexual y cuatro de actos indecentes contra dos monaguillos que tenían 12 y 13 años cuando ocurrieron los hechos, en los años 1990.
La corte emitió su veredicto el 11 de diciembre pero no fue divulgado hasta este martes por razones legales.
Todavía no se ha fijado la pena que deberá purgar el cardenal.
El 30 de julio, el papa Francisco aceptó la renuncia del arzobispo de Adelaida, Philip Wilson, condenado a un año de detención por haber encubierto los crímenes cometidos por el cura Jim Fletcher en los años 1970 en el estado de Nueva Gales del Sur.
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- Alemania -
Desde 2010 se dieron a conocer cientos de casos de abusos sexuales sufridos por menores en instituciones religiosas, incluido el prestigioso Colegio Canisio de Berlín.
El 18 de julio de 2017, un informe reveló que al menos 547 niños del coro de la catedral de Ratisbona sufrieron abusos, incluidas violaciones, entre 1945 y principios de la década de 1990.
En septiembre de 2018, otro trabajo de investigación sacó a luz que al menos 3 mil 677 niños, en su mayoría niños menores de 13 años, sufrieron abusos sexuales entre 1946 y 2014 por parte de mil 670 religiosos. La mayoría de estos hechos quedaron impunes.
- Irlanda -
En los años 2000, las acusaciones de abusos sexuales infligidos durante décadas a 14 mil 500 niños hicieron tambalear a la Iglesia. Varios obispos y sacerdotes, acusados de haberlos encubierto, fueron sancionados.
Durante su viaje a Irlanda en agosto de 2018, el Papa se reunió con una víctima del cura católico Tony Walsh, que abusó de niños durante dos décadas antes de ser expulsado del sacerdocio y encarcelado.
- Francia -
El 7 de marzo, un tribunal fallará en el juicio contra el cardenal Philippe Barbarin y cinco exmiembros de la diócesis de Lyon (centro-este), acusados de no haber denunciado los abusos sexuales a menores presuntamente cometidos por el sacerdote Bernard Preynat -a la espera de juicio- contra 70 menores escultistas entre 1986 y 1991.
Este escándalo está en el corazón de la película "Grâce à Dieu" (Gracias a Dios) del director francés François Ozon, Gran Premio del Jurado en el último Festival de Berlín.
