El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó hoy con cancelar la reunión que tiene previsto mantener este fin de semana en Buenos Aires con su homólogo ruso, Vladímir Putin, debido a la crisis marítima que Rusia ha generado con Ucrania al apresar tres embarcaciones de la Armada ucraniana.
En una entrevista con el diario The Washington Post, Trump dijo que estaba a la espera de recibir esta noche un "informe completo" de su equipo de seguridad nacional sobre las tensiones en la zona del estrecho de Kerch, que une los mares Negro y de Azov.
"Eso me ayudará a determinar las cosas", dijo Trump.
"Quizá no tendré la reunión (con Putin). Quizá ni siquiera tendré la reunión. No me gusta esa agresión (rusa contra Ucrania). No quiero esa agresión en absoluto", añadió.
Trump y Putin tienen previsto mantener una reunión bilateral en Buenos Aires, donde ambos asistirán este viernes y sábado a la cumbre de líderes del G20, en el que sería su primer encuentro desde la reunión bilateral que celebraron en julio en Helsinki.
El presidente estadounidense tuvo ayer una tibia reacción inicial a la crisis entre Rusia y Ucrania, al indicar únicamente que no le "gusta" lo que ha ocurrido entre esos dos países.
Más claro fue el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien condenó este lunes la "agresiva acción rusa" y pidió a Moscú que entregara a Ucrania los "buques y los miembros de su tripulación detenidos".
Por su parte, la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, acusó a Rusia de cometer una "violación intolerable" de la soberanía territorial de Ucrania, e instó al Kremlin a "cesar inmediatamente su conducta ilegal".
Rusia se ha mantenido firme ante la presión de Estados Unidos y Europa, y Putin advirtió hoy a Ucrania de que no dé nuevos pasos "irreflexivos", mientras un tribunal de Crimea encarceló por dos meses a 12 de los 24 marineros apresados el domingo en el mar Negro.
La tensión en el mar de Azov se disparó desde que Moscú construyera en mayo el puente de Crimea que une con el territorio ruso esta península anexionada por Rusia, tras lo que se redoblaron las inspecciones de los buques ucranianos, algo que Kiev considera un bloqueo, de facto, de sus puertos en la zona.