La segunda cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, terminó hoy más de una hora antes de lo previsto y sin que ambos dirigentes alcanzaran "ningún acuerdo" ni firmaran la declaración conjunta que sus equipos habían negociado.
Trump abandonó el céntrico hotel de Hanói donde mantenía sus reuniones con Kim para dirigirse a su propio hotel y dar una conferencia de prensa, mientras Kim se encaminaba también al suyo.
"No se alcanzó ningún acuerdo en este momento, pero sus equipos respectivos volverán a reunirse en el futuro", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en un comunicado.
El abrupto fin de la cumbre se produjo después de que la segunda reunión entre ambos, una bilateral ampliada junto a sus respectivas delegaciones, se alargara más de lo previsto.
No hubo almuerzo de trabajo y tampoco ceremonia de firma de una declaración conjunta, en la que se esperaba que ambos Gobiernos detallaran posibles nuevos compromisos sobre desnuclearización e incluso se comprometieran a suscribir una declaración de paz en la península coreana y a iniciar relaciones diplomáticas.
No está claro cuál fue el motivo de desacuerdo entre ambos, pero la portavoz de la Casa Blanca definió aún así como "muy buenas" y "constructivas" las reuniones entre Trump y Kim.
"Los dos líderes conversaron sobre varias formas de impulsar la desnuclearización, y sobre conceptos basados en la economía", indicó Sanders en su breve comunicado.
En sus dos encuentros abiertos a la prensa, Trump y Kim habían mostrado muy buena sintonía y humor, y el líder norcoreano incluso respondió a varias preguntas de periodistas estadounidenses.
La cumbre entre ambos, que sigue a su histórico primer encuentro en Singapur, comenzó este miércoles con una reunión a solas y una cena en Hanói, en la que los dos líderes se mostraron optimistas sobre las perspectivas del encuentro.