Las fuertes lluvias que han caído durante los últimos días en el norte de California (Estados Unidos) mantienen este jueves unas 2 mil casas inundadas y miles de personas evacuadas en la región a causa del desbordamiento de un río.
La población más afectada es Guerneville, de unos 4 mil 500 habitantes y situada en la valle del río Russian en el condado de Sonoma, donde las televisiones locales mostraban imágenes de residentes desplazándose en canoas dentro del pueblo.
La localidad se convirtió durante unas horas de la noche del miércoles en una "isla", completamente aislada e inaccesible por carretera, aunque este jueves el nivel del agua había retrocedido ligeramente y Guerneville volvía a estar conectada por carretera.
Los servicios de emergencias aprovecharon entonces para retirar decenas de vehículos que habían quedado atrapados por el agua y rescatar a sus ocupantes, informó la oficina del sheriff del condado de Sonoma.
Aunque los desbordamientos son habituales en el río Russian en esta época del año, los casi 14 metros de profundidad registrados a última hora del miércoles no se daban desde hace más de 25 años.
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Las lluvias forman parte de una tormenta tropical que ha sacudido la región durante esta semana, alcanzando incluso, aunque con una intensidad mucho menor, la ciudades de San Francisco y Oakland.
Además de Guerneville, otras de las poblaciones más afectadas son Novato, San Anselmo, Kenwood, Napa, Santa Rosa, Windsor y Monte Rio.
El norte de California está viviendo un invierno particularmente lluvioso para los estándares de la región, que en algunas partes ha recibido entre enero y febrero una cantidad de agua cercana a toda la recibida en el año anterior, que fue especialmente seco.
Las autoridades del condado han emitido una declaración de emergencia y han pedido al gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, que haga lo propio con una declaración a nivel estatal.
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Hace solo un año y medio, a finales de 2017, parte de la zona afectada por las inundaciones fue arrasada por uno de los incendios más destructivos de la historia de California, que dejó 22 muertos y más de 5 mil 500 edificios destruidos.