Un tercero entró en la discordia entre México y Bolivia. Se trata de España, nación a la que el gobierno de Bolivia acusó de injerencia, luego de que diplomáticos ibéricos visitaran la residencia de México en la capital boliviana.

La encargada de negocios de España en Bolivia, Cristina Borreguero y el cónsul de la nación europea, Álvaro Fernández visitaron ayer la residencia de México en Bolivia, en donde se encuentran al menos una decena de asilados políticos.

La canciller de Bolivia, Karen Longaric acusó a España de abusar de privilegios y atropellar la soberanía del país andino.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en México detalló que el encuentro de la embajadora mexicana en Bolivia, María Teresa Mercado, con los diplomáticos españoles se programó desde el pasado jueves para hablar sobre la situación que se vive en la nación sudamericana.

Al momento de los hechos, Mercado denunció, a través de su cuenta de Twitter, que a la encargada de negocios de la embajada de España en Bolivia y al cónsul español les detuvieron su auto afuera de la residencia mexicana, además de que los agredieron. Alertó incluso que a la zona de la residencia comenzaron a entrar vehículos con militares fuertemente armados.

“Estoy con la encargada de negocios y cónsul de España en la residencia; han detenido su auto con placas diplomáticas, además de haberlos agredido!!!! Eso es violación a la CVRD [Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas]!!!! Además de ingresar autos con militares fuertemente armados @maximilianoreyz @karenlongaric”, escribió la diplomática.

En una nota informativa difundida por la SRE en México, relató que la conversación entre la diplomática mexicana y los españoles duró unos 40 minutos y, al término de ésta, Mercado acompañó a los españoles al lugar donde esperarían sus vehículos.

Al perderse comunicación con los choferes y personal de seguridad, añadió, la embajadora se desplazó para observar por la cuesta si subía algún auto.

“Al escuchar gritos, Mercado regresó con los dos invitados y los invitó a reingresar a la residencia. En ese momento, los diplomáticos españoles fueron informados de que sus autos habían sido detenidos en el acceso de la urbanización hacia la residencia de México y no les permitían ingresar”, relató la SRE.

“Luego de varios intentos de llamar al puesto de mando de la entrada de la urbanización, se les informó que no les permitirían pasar. Tanto la señora Borreguero como la embajadora Mercado intentaron hablar sin éxito a la canciller boliviana, quien no les contestó la llamada y, por su parte, la jefa de gabinete de la cancillería boliviana tampoco les dio respuesta. La encargada de negocios de España llamó a su ministerio para informar y solicitar gestiones”, acusó.

En la narración, la Cancillería mexicana expuso que tanto la diplomática mexicana como la española intentaron comunicarse con Longaric, quien no les respondió, lo mismo que la jefa de gabinete del ministerio del exterior boliviano.

“La encargada de negocios de España llamó a su ministerio para informar y solicitar gestiones”, detalló. La señora Borreguero, añadió, pudo comunicarse con la canciller de Bolivia, la cual pidió a los españoles bajar de la zona a pie, pero éstos se negaron.

“Más tarde, los españoles fueron informados por la Cancillería de Bolivia que un auto de esa dependencia entraría por ellos, lo cual aceptaron. Dicho automóvil arribó más de una hora después”, denunció la secretaría.

Injerencia

La ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia dio una conferencia de prensa en la cual denunció intervención por parte de España.

Acusó que personas identificadas como funcionarios de la embajada de España en Bolivia, acompañadas por encapuchados, intentaron ingresar de manera subrepticia y clandestina con armas a la residencia de México.

“La policía boliviana, cumpliendo con su misión de proteger la residencia de la embajadora, frenó el acceso de los vehículos a las instalaciones, toda vez que la presencia de encapuchados en el condominio representaba una potencial amenaza. Personal diplomático de la embajada de España ingresó libremente a la residencia diplomática mexicana y en todo momento se respetó su dignidad y se resguardó su seguridad personal”, precisó.

Longaric puntualizó que los diplomáticos españoles violentaron la Convención de Viena, al no respetar las leyes bolivianas.

“El personal diplomático y de seguridad de la embajada de España en Bolivia no está autorizado para portar armas de fuego y usar atuendos que ocultan su identidad.

“Estos actos contravienen las más fundamentales prácticas diplomáticas y vulneran el principio de inviolabilidad, considerando además que utilizaron vehículos con placas diplomáticas asignadas a la embajada de España, haciendo mal uso de las inmunidades, de los privilegios y las garantías que el Estado boliviano reconoce y otorga a cualquier misión diplomática acreditada en el país”, agregó.

El embajador de Bolivia ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Jaime Aparicio, denunció que las personas encapuchadas fueron transportadas en vehículos diplomáticos pertenecientes a la embajada de España.

“La alerta fue lanzada por los vecinos de la organización donde está la embajada de México, quienes salieron a detener los carros y lograr que se den a la fuga.

“El hecho ocurre en medio de una tensión entre las relaciones diplomáticas entre Bolivia y México. Aparentemente el origen de esta operación extraña de gente que, bajo la cobertura de la misión diplomática española, trataba de ingresar era la de propiciar la fuga de los asilados que estaban ahí”, declaró a EL UNIVERSAL.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de España difundió un comunicado en el que señaló que se abrirá una investigación en relación a los hechos.

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