La propagación del Covid-19 y la implementación de la contingencia sanitaria no detienen la violencia contra las mujeres en San Luis Potosí, ya que las denuncias y atenciones telefónicas aumentaron un 30%, de acuerdo con registros del Instituto de las Mujeres del estado.

El pasado jueves se registró un feminicidio en el municipio de Ciudad Valles. Nohemí, quien fue asesinada dentro de su hogar durante la cuarentena, continúa el patrón de violencia estructural que atraviesa el sector en el país.

La mujer, quien era golpeada por su pareja, ante esta situación escapó de casa y fue reportada como desaparecida el pasado 15 de marzo, por lo que la Fiscalía General del estado emitió una ficha de búsqueda. Días después, en la red social Facebook de esta dependencia, se publicó que ya había sido localizada.

Nohemí regresó al domicilio que compartía con su agresor, pero dos semanas después la mataron y su cuerpo fue localizado dentro de una de las habitaciones durante la mañana del 2 de abril.

Las activistas, que apoyan a mujeres en situaciones similares, las guían para buscar apoyo legal y psicológico; sin embargo, romper el círculo de violencia es complicado debido a que las denuncias no alcanzan a judicializarse o tardan meses en hacerlo.

“Las mujeres que viven violencia extrema no cuentan con redes de apoyo u recursos suficientes para salir de un lugar violento, por eso regresan, si a esto se le suma la inoperancia cotidiana de las instituciones y ahora los cierres de horario de las dependencias por la contingencia, el tener que estar en casa todo el día con tu agresor, más la incertidumbre económica de lo que puede pasar tras este tiempo, son condiciones que pueden aumentar los riesgos”, comentó una abogada, quien pidió mantener su nombre en el anonimato.

La mañana de este viernes, la Fiscalía estatal confirmó que el presunto asesino de Nohemí, quien consumió medicamentos luego de atacar a la mujer de 49 años de edad, falleció a consecuencia de una intoxicación.

etp

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