La Comisión Estatal del Agua (CEA) y la delegación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) han ofrecido reponer agua a ejidatarios inconformes con la construcción de la presa y acueducto de “La Maroma” en el municipio de Villa de Guadalupe, sin embargo, el agua está contaminada con arsénico y otros agentes tóxicos.

Guillermo Luévano Bustamante, asesor jurídico de los campesinos confirmó que han interpuesto más de una herramienta legal, que estaría suspendiendo esta obra hidráulica, pero que aparentemente en materia de volúmenes de agua para los pobladores de la zona estaría violando un decreto presidencial previo.

Recordó que los ejidatarios inconformes de comunidades como La Presita y Chilares se mantienen firmes con sus juicios de amparo interpuestos, una por las autoridades ejidales como el comisariado y otra, por los propios campesinos.

Aseguró que los ejidatarios están molestos porque no se les consultó antes de iniciar el proyecto y hasta ahora que hicieron pública su inconformidad, las autoridades se han acercado y les han ofrecido distintas cosas con la intención de que desistan de las demandas interpuestas, incluso les han asegurado el mismo volumen de agua que les garantiza en el decreto presidencial, aunque esto solo ha sido de palabra, argumentó.

Añadió que de acuerdo a la última comunicación que se ha tenido con los inconformes, las obras de construcción tanto del acueducto como de la presa continúan, al menos parcialmente y no se han detenido por parte de las constructoras encargadas.

Finalmente, subrayó que las autoridades ofrecieron “reponerles” el agua faltante con la extracción de cinco pozos vecinos en la región, no obstante, peritos e ingenieros expertos en aguas subterráneas señalaron que al menos tres de ellos están contaminados por plomo, arsénico y otros minerales pesados.

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