El 5 de octubre de 1978 quedó marcado como una fecha trágica en la historia de San Luis Potosí.
Fue en la mina del Grupo México en el municipio de Charcas, San Luis Potosí. Era el cambio de turno, el reloj marcaba las 10:30 de la noche. Luego de la jornada laboral bajo tierra, catorce mineros arribaron a la calesa que los llevaba de vuelta a la superficie, pero el perno que sujetaba el tambor del tiro San Bartolo se rompió y cayeron del nivel 9 al 19, no obstante, hubo 3 sobrevivientes.
Han pasado los años y el pueblo aún recuerda esa noche, fue una noche en vela. La noticia se esparció rápidamente entre las familias de los trabajadores de la mina, las labores de rescate parecían insuficientes ante la magnitud del accidente.
Quienes perecieron de manera instantánea en el sitio del accidente fueron Mariano Lucio Bracamontes, Alfonso Carranza, Martín Moreno Pardo, Rodolfo Zul, J. Merced Flores Huerta, Pascual Briseño Méndez, Julián López Hernández, J. Santos Teniente, Amado Pachuca Galván y los Hermanos Luis y Margarito Flores Olivares; Secundino Palafox Saucedo y Leopoldo Moreno murieron en el corto trayecto del Tiro a la clínica hospital de IMMSA; posteriormente Ramón Tovar Morales en el Centro Médico del Potosí.
El mecánico don Félix Ocampo, don Prisciliano Valerio Zamarripa y el ingeniero J. Jesús Araiza Aranda, fueron los únicos sobrevivientes del terrible accidente. Las labores de rescate no fueron nada fáciles, se vivió el drama de los deudos, la profunda pena tanto en su velorio como en el tumultuoso cortejo fúnebre para volverlos a la tierra en cuyas entrañas trabajaron durante su vida.
Según los reportes, el motivo de la tragedia fue que el tambor del malacate que acciona el ascensor sufriera la rotura del perno de acero de dos pulgadas y medio de diámetro, por lo que la calera de dos pisos que transportaba a los mineros se desplomó en caída libre.
Días posteriores a la tragedia, se realizaron los funerales de los caídos. No había velatorios que pudieran atender al número de fallecidos el 5 de octubre, por lo que los familiares realizaron un funeral común en el salón local “Club de Leones”, donde el pueblo y sus seres queridos les dieron el último adiós.
En esta fecha las familias mineras de este pueblo rinden homenaje con una misa en su memoria, ofrenda floral y visitas al panteón para visitar sus tumbas, así como de otros trabajadores mineros que yacen en este sitio.
apl