Una selva frondosa cobija uno de los paraísos naturales más bellos de México: la Huasteca Potosina. Aquí, el viajero encuentra cascadas, parques, hoteles ecológicos y recintos donde el arte surrealista se mezcla con la naturaleza.

Te revelamos algunas joyas que merecen ser contempladas en tu próximo viaje.

Pedalea sobre Micos
Si te gustan las emociones fuertes, debes saber que existe un circuito de cinco tirolesas, único en Latinoamérica, en las que puedes deslizarte montado en una bicicleta. Mientras avanzas, puedes ver las siete cascadas escalonadas de Micos, famosas por su color turquesa.

El circuito tiene una longitud de 165 metros. Después de recorrerlos, desciendes de la bici para continuar por un puente colgante y observar cómo miles de árboles van delimitando el cauce del agua.

huasteca_micos.jpg (Foto: Cortesía Aventure Land) 

La experiencia termina con un rappel en la Cascada del Toro, de 20 metros de altura. Ve preparado porque terminarás empapado.

Jaguares a la vista
Selva Teenek Eco Park es una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) enfocada en felinos. Recientemente, el proyecto recibió, por parte de Sectur federal, el reconocimiento a la “Diversificación del Producto Turístico Mexicano” en la categoría de turismo de naturaleza.El premio fue entregado en la edición 44 del Tianguis Turístico que se celebró en Acapulco, la semana pasada.

La observación de jaguares, pumas y linces es una de las actividades más significativas que ofrece la UMA.

huasteca_jaguar.jpg (Foto: Pablo Rodriguez Merkel) 

Las especies que se exhiben en el parque fueron entregadas por laProcuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). Son animales que no pueden ser reintegrados a la vida silvestre por dos motivos: fueron utilizados como mascota o fueron retirados de sus madrigueras a temprana edad, lo que impidió que aprendieran las habilidades de caza y escape requeridas para sobrevivir en la selva.

Selva Teenek Eco Park ofrece a los viajeros que deseen aprender sobre felinos, hospedaje en cabañas construidas con materiales naturales de la región, como barro y palma.

Dentro de cada cabaña se pueden consultar libros de educación ambiental y fotografía, para conocer más sobre las riquezas naturales de México.

El legado de Leonora Carrington
El Pueblo Mágico de Xilitla fue elegido para albergar el segundo museo dedicado a la artista surrealista Leonora Carrington.

Ubicado en el centro del pueblo, el recinto muestra 63 esculturas, algunas de gran formato, y una exposición de 25 máscaras de bronce en formato pequeño, así como dos tapices de lana, grabados, fotografías, dibujos, cinco litografías y herramientas de trabajo de la artista.

huasteca_museo.jpg (Foto: Cortesía Visita San Luis Potosí) 

Debido a que Leonora Carrington viajó varias veces a Xilitla para visitar a Edward James, quien fue su mecenas para el desarrollo de sus obras, es que se decidió instalar el museo en esta zona.

Después de conocerlo, te recomendamos visitar el Jardín Escultórico de Edward James, un espacio mágico en medio de la selva que está conformado por figuras de concreto, de diferentes tamaños, inspiradas en los sueños del propio artista. Que no te sorprenda ver escaleras que no llevan a ninguna parte, manos escondidas entre los árboles o castillos sostenidos por columnas espigadas.

“Anida” en la selva
Tapasoli ofrece un novedoso concepto de hospedaje: dormir en una habitación con forma de nido colgado de un árbol para disfrutar de los sonidos de la selva.

Las habitaciones fueron construidas de palma. En su interior hay una cama para dos personas, protegida por un velo. El baño y la ducha son privados, sin embargo, se encuentran al aire libre.

huasteca_tapasoli.jpg (Foto: Cortesía Tapasoli) 

El hotel también cuenta con cabañas para familias. En su menú de actividades incluyen recorridos a la cascada de Tamul, al Sótano de las Golondrinas y a ríos para sortear rápidos en lanchas inflables.

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