Las intensas lluvias que azotaron la tarde-noche del lunes al municipio de Tamazunchale, en la Huasteca potosina, provocaron el desbordamiento de un arroyo, dejando a su paso más de 100 viviendas afectadas y al menos 10 vehículos dañados, principalmente en el fraccionamiento Loma Bonita.

Calles convertidas en ríos, casas inundadas y familias que lo perdieron todo fueron el saldo de una noche caótica que sacó lo peor del clima, pero lo mejor de la gente. En medio del desastre, la respuesta solidaria de la ciudadanía fue inmediata y conmovedora.

Vecinos del mismo municipio ofrecieron alimento, ropa seca, albergue, transporte y hasta reparaciones gratuitas a los afectados. A través de redes sociales y mensajes de voz, se multiplicaron los gestos de ayuda:

“Amigos de Loma, que ocupen agua purificada, les estaré rellenando su garrafón sin ningún costo”, publicó un habitante.

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“Gente de Loma Bonita, vénganse a cenar gratis. Arís al Local. Estamos preparando alimentos especialmente para ustedes”.

“Soy técnico en refrigeración. No desechen sus refrigeradores. Voy a sus casas a revisarlos y a repararlos. Solo compren la pieza dañada. Todo esto, sin ningún costo”.

Incluso hubo quienes ofrecieron hospedaje y un lugar donde bañarse a quienes se habían quedado sin techo.

Por su parte, las autoridades municipales y cuerpos de emergencia trabajaron durante varias horas para controlar la contingencia y brindar atención a los damnificados.

Se activaron albergues temporales y se realizaron labores de limpieza y evaluación de daños.

Aunque la tragedia dejó una escena terrible en Tamazunchale, también reveló el espíritu solidario que caracteriza a la comunidad potosina. En los momentos más difíciles, la unión y el apoyo fueron lo que dio esperanza a la comunidad.

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