El espionaje de los gobiernos priistas llegó a empresarios, aulas e iglesias. Elementos de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS) y la Dirección Federal de Seguridad (DFS) —antecesora del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen)— vigilaron, por lo menos desde la década de los 60 hasta los 80, a organizaciones empresariales, universidades, normales rurales, obispos e iglesias de distintas religiones.

En una revisión hecha por el EL UNIVERSAL al índice de expedientes desclasificados en el Archivo General de la Nación (AGN), se encontró que los aparatos de inteligencia de los gobiernos priistas espiaron a las principales organizaciones empresariales y a sus integrantes.

Elementos de inteligencia de la DFS vigilaron diversas reuniones de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), así lo detallan 91 fojas de 1977 a 1981 provenientes de un expediente desclasificado en 2018.

El mismo caso ocurrió con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE),cuyo expediente, liberado el año pasado, informa que el organismo fue vigilado de 1981 a 1983.

Raúl Baillères, uno de los principales empresarios del país, también fue investigado y seguido por la DFS en 1954; lo mismo ocurrió con Eugenio Garza Sada, hijo del fundador de la Cervecería Cuauhtémoc y quien creó elInstituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.

En el largo listado del AGN también se encuentran documentos que indican que casi todas las normales rurales del país fueron espiadas: destacan la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, y la Escuela Normal Rural en El Mexe, en Hidalgo, en las cuales estudiaron los guerrilleros Lucio Cabañas y Genaro Vázquez.

Este espionaje gubernamental llegó a universidades públicas y privadas, como a la Universidad Autónoma Chapingo (UAch), la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), la Universidad Autónoma Obrera de México, la Universidad de Sonora (UAS), la Universidad Autónoma de Colima (UAC), la Universidad de Guadalajara y la Universidad Autónoma de Guadalajara, así como a la Preparatoria Popular Tacuba de la UNAM.

Desde que llegó a la Diócesis de Cuernavaca, Morelos, Sergio Méndez Arceo, impulsor de la Teología de la Liberación, fue espiado por el Estado mexicano, así lo detallan siete cajas en el AGN que abarcan de 1956 a 1985 y contienen al menos 3 mil fojas desclasificadas.

El obispo emérito de Tehuantepec, Oaxaca, Arturo Lona Reyes, conocido como el “obispo de los pobres”, también fue objeto de vigilancia entre los años 1973 y 1985.

El fundador de Los Legionarios de Cristo y acusado de pederastia, Marcial Maciel, fue otro religioso espiado por el gobierno mexicano, así consta el archivo creado por la DGIPS el 29 de julio de 1972.

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