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En poco tiempo, el ex gobernador priísta del estado de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, pasó de ser uno de los políticos más jóvenes y con mayor proyección en el PRI a integrar la lista de los ex mandatarios más cuestionados y bajo sospecha de cometer actos de corrupción, ello por la venta ilegal de terrenos.
El 4 de junio de 2017, Borge Angulo fue detenido en la ciudad de Panamá, según informó la Procuraduría General de la República. Antes, un juez con sede en el Estado de México pidió su captura por la probable comisión del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita y la supuesta venta irregular de terrenos de patrimonio del estado a presuntos prestanombres.
Proveniente de familia de políticos, siendo sobrino de Miguel Borge Marín quien fuera gobernador de Quintana Roo a finales de los ochenta, Borge Angulo gobernó el estado del sureste mexicano de abril de 2011 a septiembre de 2016.
A finales de su mandato, el futuro de Borge no lucía prometedor. El 9 de enero de 2016, sostuvo un cruce de indirectas con el aspirante a sucederlo como gobernador del estado, Carlos Joaquín González: “El león nunca voltea cuando un perro ladra”, escribió en Twitter.
Hacia el final de su gestión, el Servicio de Administración Tributaria inició una investigación sobre el manejo de las finanzas del estado. El 24 de febrero de 2017, la PGR comenzó la investigación contra el exgobernador.
Amante de los lujos, las fiestas, los viajes y la farándula, generoso con sus amigos, afecto a bailar y hasta a echarse palomazos con cantantes como Reyli y el fallecido Juan Gabriel, Borge es señalado de haber elevado el endeudamiento de su estado por más de 22 mil millones de pesos.
Durante su mandato se desarrollaron los trabajos de desmonte en la zona de manglares del Malecón Tajamar, donde el mismo Borge aseguró que Fondo Nacional de Fomento al Turismo, en coordinación con la Semarnat habían resguardado y asegurado la fauna y flora de la zona, resultando el hecho en un desastre ecológico para el estado.
Dos días después se referiría a ese pasaje, en el domo del Sindicato de Taxistas Andrés Quintana Roo, en Cancún, cuando celebraba su cumpleaños 36, como parte de los festejos que protagonizó en cada uno de los 11 municipios del estado, desde el 29 de diciembre y hasta las primeras semanas de enero.
“Como un gobernador joven. Llegué siendo el gobernador más joven en la historia de México, por votación”, decía. “Me gustaría ser recordado como un gran promotor del turismo en la entidad” y quien pugnó por crecimiento y desarrollo económico, que ha trabajado por la gente, anhelaba, convencido.
Pero este jueves, el ex mandatario será entregado a las autoridades mexicanas, y trasladado a un penal para responder por el presunto quebranto al erario quintanarroense.
