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La aspirante a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel, dijo en su comparecencia ante la comisión de Justicia del Senado, que no he tenido ningún cargo donde algún parentesco o vínculo afecte su independencia en su función como juzgadora, por lo que su imparcialidad seguirá intacta.
“No soy la señora de o la esposa de, bien saben lo que le cuesta a una mujer ser reconocida por sus méritos propios y no por el vínculo con un hombre. Mi historia en el ámbito político y público no empezó hace unos meses ni unos pocos años”, expresó.
Esquivel dijo que su causa es la justicia, por lo que será transparente y velará por los que menos tienen, pues la equidad no va con ser mujer, sino por la capacidad, el profesionalismo y trayectoria.
Recordó que llegó al Tribunal Agrario, porque fue el ex presidente Vicente Fox, “nunca lo conocí ni lo saludé”, era la 59 Legislatura, en el 2004.
“Durante los años frente el Tribunal nunca se detectaron irregularidades ni observaciones en ninguno de los ejercicios por parte de la Auditoría Superior de la Federación”, detalló.
La aspirante dijo que en la lucha contra la corrupción se debe juzgar a quien transgreda la ley, y “debe ser castigado con todo rigor” a los juzgadores indignos que cometan corrupción.
En el tema del aborto, afirmó que estará sujeta a lo que marque las leyes en los estados, “no podemos hacer interpretaciones personales ni religiosas, yo estoy a favor de la vida, pero no es mi opinión lo que debe prevalecer”.
Yasmín Esquivel indicó que de ocupar el cargo que deja la ministra Margarita Luna Ramos, actuará con independencia, sin simpatías, garantizando el derecho a la justicia y la prevalencia del Estado de derecho.
Sobre la autonomía entre Poderes, aseveró que debe respetarse y que los salarios no los deben fijar uno sobre el otro.
