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Después de que asesinó a su hijo Alan, de cuatro años de edad, Manuel Arturo intentó suicidarse, pero no lo logró.
María Cristina, su esposa, los encontró a ambos en charcos de sangre cuando llegó a su casa.
El hecho ocurrió durante la madrugada de ayer viernes, 2 de agosto, en un domicilio de la colonia Los Girasoles, en la alcaldía de Coyoacán.
De acuerdo con la policía, una vecina dijo que alrededor de la 1:00 de la mañana escuchó gritos de un menor, por lo que llamó al 911.
Minutos después llegó María Cristina “V” a su vivienda, por lo que la vecina le contó lo que había oído.
Al entrar a la casa encontraron al niño muerto, tirado en el piso de la sala. Al revisar en una de las habitaciones encontraron a Manuel Arturo, acostado sobre una cama y con heridas en ambos brazos, pero aún con vida.
Junto a él había una navaja y un cuchillo, con los que se realizó las lesiones.
Agentes se entrevistaron con María Cristina, quien les dijo que ella es quien se dedica a trabajar, mientras que su esposo cuidaba del niño.
La mujer indicó que su marido sufre de esquizofrenia y bipolaridad.
