Algo inusual ocurrió hoy durante el vuelo del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia Manzanillo, Colima. El capitán de la aeronave, Alejandro Aguilera, usó los altavoces para dar clases de historia sobre el Lago de Texcoco y luego algunos detalles sobre los lugares que sobrevolaba el vuelo 2564 de Aeroméxico.

El piloto comenzó con una bienvenida al presidente, después se dedicó a explicar los sitios por dónde pasaría el avión rumbo a Manzanillo. Se refirió, entonces, al Lago de Texcoco y su grandeza en el período de la historia de la Conquista.

"Llegaron los españoles, conquistaron a los Aztecas y decidieron poner la capital de la Nueva España en el centro del Lago de Texcoco, pero los españoles no tenían el conocimiento de los pueblos originarios y entonces se les empezó a inundar la ciudad de México y después decidieron secar el Lago de Texcoco", explicó.

Mientras el presidente escuchaba atento en su asiento de la salida de emergencia, al sobrevolar el Lago de Texcoco, el capitán Aguilera indicó que a la derecha se veía lo que quedaba de ese cuerpo de agua, "porque en el intento de construir el nuevo aeropuerto intentaron acabar otra vez con él".

Así, el piloto fue explicando algunos lugares que se veían en miniatura desde los aires, como las cubiertas blancas de los invernaderos de Milpa Alta, las urbanización de Ecatepec, el Estadio Azteca; además de sitios en el Estado de México como el Nevado de Toluca, el Cerro del Carbón, Valle de Bravo y el municipio de Atlacomulco.

También lugares de Michoacán, como los azufres, los lagos Cuitzeo y Pátzcuaro, además de la ciudad de Morelia.

Mientras el presidente López Obrador aceptaba tomarse algunas fotografías con los pasajeros, el capitán del avión seguía como un guía de turistas, algo que según las azafatas hace siempre que el viaje parte de la Ciudad de México.

La guía concluyó con la mención a lugares como Ciudad Guzmán y las faldas del Volcán de Fuego de Colima.

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