Como nunca antes se había registrado en las visitas oficiales del presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobernador de Colima José Ignacio Peralta confrontó desde tribuna a manifestantes que lo abuchearon durante un evento público para entregar apoyos del programa de Bienestar.

El priista es el primer gobernador que encara a los manifestantes, toda vez que en diversas giras del presidente por la República los mandatarios estatales son blanco de abucheos, reciben rechiflas y gritos de desaprobación.

El gobernador colimense, incluso, se quedó callado durante unos cuatro minutos, pero previo a eso dijo: "podemos dejar que se desahogue esta parte de lo que parece ser un protocolo en todas las entidades federativas para que después de esas buenas prácticas parlamentarias, ya me permitan a mí hacer uso de la voz".

Sin embargo, los abucheos, rechiflas e insultos por parte de ejidatarios y maestros, continuaron, por lo que Ignacio Peralta les cuestionó: "¿le van a seguir o ya terminaron?".

Frente a López Obrador que con aplausos apoyaba al gobernador, éste aguantó callado.

Minutos después, en tono un tanto burlón, el mandatario estatal dijo que "desahogado el punto de la orden del día del abucheo, sigo entonces con mí mensaje".

Pero eso alentó aún más las manifestaciones en su contra.

Y ante la reacción, el gobernador priista dirigió sus palabras a López Obrador: "Señor presidente, por su puesto en esta pluralidad, no podemos ofrecer incondicionalidad, eso no sería digno, usted recibirá de nosotros un respaldo reflexivo y propositivo en los temas prioritarios para el país y para Colima".

"Haremos los señalamientos oportunos, aportaciones críticas, reflexiones constructivas que contribuyan a perfeccionar las decisiones", expresó.

Y para rematar, Peralta cuestionó a los manifestantes que se armaron también con mantas y pancartas, si no se había agotado más el abucheo y cuánto tiempo más duraría.

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