El gobierno de la República externó que “si el anuncio del despligue de la Guardia Nacional se tradujera en una militarización de la frontera -con Estados Unidos-, esto dañaría gravemente la relación bilateral”.

Eduardo Sánchez, vocero de la Presidencia, agregó que para México, y así lo hemos expresado en todas las ocasiones en que hemos tenido oportunidad, “es fundamental el respeto a los derechos humanos de los migrantes y al trato digno de los mexicanos al otro lado de la fontera”.

Durante la conferencia de prensa que compartió con el director de Comisión Federal de Electricidad, Jaime Hernández, Eduardo Sánchez comentó que el gobierno mexicano “mantedrá comunicación permanente con el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos a efecto de dar seguimiento a esta medida, y determinaremos, en función del despligue de la misma, cuales serán las medidas apropiadas para seguir velando por la integridad de nuestro connacionales, por el respeto a la soberania nacional y a la dignidad de los mexicanos”.

Detalló que desde la noche de este miércoles, el secretario de Relaciones Exterior, Luis Videgaray tuvo una conversación con la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kirstjen Nilsen

Ahí la secretaria le informo a Videgaray lo siguiente:

“Primero, que la llamada Guardia Nacional únicamente realizara labores de apoyo al Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos; dos, que los elementos de la Guardia Nacional no portarán armas ni realizarán funciones de control migratorio o aduanero; y, tres, que se trata de un despligue de la Guardia Nacional de características comparables a las quer tuvieron lugar en 2006 durante la administración del ex presidente Bush y en 2010, durante la administraciòn del ex presidente Barak Obama en operaciones similares a esta”.

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