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La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cumplió cuatro meses en conflicto por paros y manifestaciones en contra de la violencia de género. En la Facultad de Filosofía y Letras, así como en la Escuela Nacional Preparatoria 9 Pedro de Alba, las autoridades alertaron sobre el peligro de perder el semestre y el año escolar ante la prolongación de la suspensión de clases.
En total hay 161 mil 544 estudiantes afectados por paros en 23 escuelas de octubre a la fecha; la Universidad se enfrenta a nuevas suspensiones de cátedras y un llamado directo a la huelga general que hicieron estudiantes de la Preparatoria 9 el martes pasado durante su violenta manifestación frente a la Torre de Rectoría.
Las dos escuelas que han estado cerradas por más tiempo son la Facultad de Filosofía y Letras, parada desde el pasado 4 de noviembre, y la Escuela Nacional Preparatoria 9, desde el 12 de noviembre. Las autoridades han buscado tomar medidas extraordinarias para evitar que se pierdan el semestre y el año escolar respectivamente ante 93 días de inactividad en el caso de la facultad y 85 en la prepa.
El pasado 25 de enero, el Consejo Técnico de la Facultad de Filosofía y Letras envió un comunicado a los profesores, en el cual dio a conocer que se había aprobado el ajuste al calendario escolar del semestre 2020-1 para evaluar a los estudiantes de manera electrónica y con trabajos escritos, así como reprobar a los alumnos que no presenten dichos exámenes; sin embargo, aproximadamente 200 profesores se negaron a seguir esa instrucción.
El martes pasado, el claustro de profesores de la Facultad de Filosofía y Letras consideró que es urgente renovar la vida académica para “cumplir cabalmente el próximo semestre y garantizar el nuevo ingreso” de estudiantes a la UNAM.
Mientras que en la Preparatoria 9 Pedro de Alba, la preocupación de los padres de familia y alumnos es que se pierda el año escolar y los estudiantes vean afectado su pase reglamentario. Ante esta perspectiva, la dirección del plantel comenzó las clases extramuros el pasado fin de semana en las instalaciones del Colegio Latinoamericano de México, localizado en la colonia Santa María La Ribera, en cátedras de lunes a sábado.
Las protestas contra la violencia de género y el acoso sexual en la Universidad Nacional Autónoma de México iniciaron el pasado 2 de octubre y a la fecha han alcanzado a cuando menos 23 escuelas y facultades que durante estos cuatro meses han llevado a cabo paros con distintas duraciones.
Las facultades de Filosofía y Letras, Ciencias Políticas, Artes y Diseño, Arquitectura, Psicología y Economía, y la Escuela Nacional de Trabajo Social en el campus universitario; la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán y la Escuela Nacional de Estudios Superiores de Morelia; los nueve planteles de la Escuela Nacional Preparatoria, así como los cinco inmuebles del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco, Naucalpan, Vallejo, Oriente y Sur han sido afectados.
De acuerdo con datos para 2019 de la Agenda Estadística de la UNAM, son 149 mil 328 jóvenes los que estudian en estas escuelas.
Desde el inicio de los paros a la fecha, de acuerdo con información de la Oficina de la abogada General de la UNAM, se han iniciado 17 procedimientos de investigación, fueron separados temporalmente de sus planteles nueve profesores denunciados por acoso sexual, medida que se tomó para proteger a las víctimas, y se acompañó a una estudiante a denunciar a uno de sus compañeros por grabarla en el baño.
De acuerdo con el Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género en la UNAM, cerca de 100 académicos, trabajadores administrativos y estudiantes han sido rescindidos o separados definitivamente de la máxima casa de estudios del país.
Según datos del protocolo, de 2016 a 2018, un total de 921 estudiantes denunciaron haber sufrido violencia sexual por parte de sus compañeros, maestros y trabajadores. De los 817 agresores sexuales que identificaron las alumnas, la Universidad Nacional sólo sancionó a 47%, la mayoría alumnos.
En total se impusieron 468 sanciones: 352 procedimientos disciplinarios contra alumnos: 29 suspensiones y 16 expulsiones. De los 352 profesores y trabajadores en contra de quienes se iniciaron procedimientos, la UNAM sancionó a nueve maestros que estaban laborando por honorarios, a quienes no se les renovó su contrato; rescindió la prestación de los servicios a 16 trabajadores de confianza, y se dieron 12 avisos de sanción a trabajadores.
Los restantes 315 profesores y trabajadores denunciados resolvieron su situación a través de una figura conocida como Proceso de Investigación Administrativa, es decir, que los sindicatos de maestros y trabajadores son los que investigan y luego determinan sanciones. A través de este mecanismo, entre 2016 y 2019 fueron despedidos 79 sindicalizados: 43 académicos y 27 administrativos. La mayoría, 236, fueron amonestados, suspendidos o están en espera de que se determine su sanción.
Las estudiantes en favor del paro denuncian que hay respuesta, pero no cumplimiento efectivo de las demandas a sus pliegos petitorios, y que se registra acoso y hostigamiento en su contra por parte de integrantes de grupos que ellos identifican como porriles, así como del cuerpo de vigilancia de la UNAM.
Uno de los factores que ha impedido que se solucione el conflicto es que las estudiantes demandan que las autoridades universitarias investiguen y sancionen casos denunciados a través de métodos informales, como los tendederos del acoso, al señalar que las autoridades las revictimizan por desalentar la denuncia y archivar los casos.
Las autoridades insisten en que no es posible investigar ni sancionar casos sin una denuncia formal ante las instancias legales para seguir el procedimiento conforme a derecho.