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Ante los recientes hechos de violencia que se presentaron en el Estado de México, donde dejaron cuerpos decapitados y descuartizados, así como mensajes intimidatorios de grupos delictivos, el Fiscal General de Justicia de la entidad, Alejandro Gómez Sánchez, hace una amplia radiografía de cómo opera la delincuencia organizada, en la que concluye que el narcotráfico, la extorsión y el huachicoleo son los principales males que atentan contra la seguridad de los mexiquenses.
Sin cortapisas, va revelando cada uno de los fenómenos delictivos que se presentan en una de las entidades más grandes del país, con 17 millones de habitantes, lo que la hace el mercado más atractivo y donde se han asentado cárteles como el de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y La Familia Michoacana, que pelean por el control de la zona oriente.
Además, han identificado organizaciones como la de El Monterrey o la MML, que se dedican a la extorsión de tianguistas, comerciantes y transportistas en el corredor Ecatepec–Tecámac. También el grupo autodenominado El Nuevo Imperio, que es una escisión del Cártel del Golfo y se dedica a la venta de drogas.
En su plática con EL UNIVERSAL, hace referencia a la organización de El Mazo, que despojan a personas de la tercera edad, principalmente, de sus propiedades y les obligan a firmar supuestos contratos de compraventa.
Además, dice que en el último año creció 8% el homicidio doloso, cifra que es menor a la media nacional de 11% y que el Estado de México ocupa el lugar 22 en la comisión de ese tipo de delito.
Pese a este panorama, Gómez Sánchez asegura que la inseguridad no ha rebasado a las autoridades y “aún se está a tiempo de frenarla”.
¿Qué balance hace sobre la inseguridad en el Estado de México?
—El Estado de México es de las entidades más complejas, en términos demográficos, de desarrollo económico, somos una entidad que tiene 17 millones de habitantes y 6 millones que cruzan diariamente la capital del país y la entidad.
El Estado de México es un mosaico de culturas de regiones, en las cuales las tradiciones son distintas unas de otras. No es lo mismo tierra caliente que Amecameca; no es lo mismo que la región de Atlacomulco, etcétera.
También hay que reconocer una serie de desigualdades económicas en muchos municipios, que es importante tenerlo en cuenta porque es un factor criminógeno.
¿Qué es lo que tenemos en el Estado de México?
—Somos el mayor mercado de drogas del país, simple y llanamente por tener la mayor cantidad de población.
Por otra parte, tenemos las rutas de trasiego de goma de opio, la que proviene de la parte norte de Guerrero, pasa por Tlatlaya, Tejupilco, Luvianos, la zona sur del estado, sube a la región de Amanalco, de ahí se va a Atlacomulco y luego a la México-Toluca hacia el norte.
Tenemos presencia de delincuencia organizada, La Familia Michoacana en la parte sur del estado, pero también en la zona oriente, que tienen una lógica delictiva diversa, que es la de la extorsión, el cobro de derecho de piso.
En la zona oriente incursionó el Cártel Jalisco Nueva Generación, con un predominio en la parte norte que colinda con Hidalgo, se trata de Ecatepec, Tecámac, la parte de Coacalco, en Naucalpan, Tlalnepantla y al haber incursionado en la zona del oriente tienen enfrentamientos con los integrantes de La Familia Michoacana.
¿Qué pasa en la zona oriente, donde han dejado cuerpos desmembrados con mensajes de grupos delictivos de la capital?
—En lo que es la parte de Neza, Ixtapaluca, tenemos presencia de La Familia Michoacana y la incursión de Jalisco Nueva Generación ha provocado este choque entre ambos grupos.
En la zona de Chalco y Valle de Chalco teníamos la presencia del Cártel de Tláhuac, que es precisamente la colindancia con la Ciudad de México; sin embargo, ya logramos atajarlos.
El último fenómeno que se ha tenido en la zona oriente son los mensajes que se han enviado a los internos tanto del penal Neza-Bordo como el de Chiconautla, en Ecatepec, por el supuesto control de la cárcel y por la introducción de drogas de un grupo delictivo distinto, que en este caso se ha firmado como Jalisco Nueva Generación.
También debemos ser conscientes de que hay grupos o bandas delictivas que se denominan como Cártel de Jalisco Nueva Generación o La Familia Michoacana, pero realmente sólo se han hecho pasar por algún cártel de estos.
Pero además de la disputa de la droga, el fiscal reconoce que se ha presentado el cobro de piso a tianguistas, comerciantes establecidos y de transportistas que operan en el corredor Ecatepec-Tecámac.
“Ahí tenemos la banda de El Monterrey, contra quien ya tenemos una orden de aprehensión; tenemos la banda del MML, a quien también le tenemos orden de aprehensión, y la banda de El Oso, este sujeto ya había entrado a la cárcel y obtuvo su libertad, pero son bandas muy violentas y que también se enfrentan con la delincuencia organizada”, explica al tiempo que fuma un cigarro.
¿Hay protección de jefes policíacos y comandantes de la fiscalía a estos grupos?
—Desde luego, en esa parte va la trama de corrupción, de protección de policías municipales, estatales, ministeriales e incluso de policías federales que hemos encontrado en algunos casos. Entonces, partimos de varias líneas de investigación, en una gran coordinación que tenemos con las instancias federales, pero desde luego una primera coordinación es la que tenemos en casa, con la Secretaría de Seguridad Pública, con algunos de los municipios, porque lamentablemente hay algunas policías municipales que nos fallan en ciertas cosas y, desde luego, con la Secretaría General de Gobierno.
Regresando al tema de los penales, ¿qué personajes son los que están ahí y que buscan tener el control?
—En la cartulina que se encontró se dejó un mensaje dirigido a un sujeto de apodo El Boricua y otro al que llaman El Viejón, El Goma, que ya logramos identificar, algunos de estos participaron hace varios años en secuestros.
Desde luego tuvimos este lamentable evento que nos dejó una serie de cuerpos en un vehículo en Nezahualcóyotl, en ambos casos los mensajes fueron suscritos por el Cártel Jalisco Nueva Generación, supuestamente porque no se ha permitido el ingreso de la droga al penal.
¿Los cárteles de La Unión de Tepito y La Anti–Unión le han brincado al Estado de México?
—Lo que tenemos nosotros es este hecho aislado del vehículo donde nos dejaron cuerpos en Neza, en el que aprovechando el polvo del auto escribieron Anti–Unión; en efecto, sí corroboramos que se trataba de estos personajes, pero no hemos identificado que esto signifique una incursión de La Unión de Tepito o La Anti-Unión de Tepito en la zona oriente del estado.
¿Pero no que sea un fenómeno de querer controlar algún municipio de la entidad?
—No, hasta este punto no.
Con esta radiografía que hace, ¿se podría pensar que se vienen grupos delictivos del norte del país al centro?
—Hemos tenido presencia de bandas o grupos delictivos que se han firmado como Cártel de Sinaloa o Cártel del Golfo, pero no hemos corroborado que se trate de ellos.
El que sí tenemos en la zona metropolitana es el que se autodenomina El Nuevo Imperio, que es una escisión, aparentemente, del Cártel del Golfo, y dos actores fundamentales a quienes investigamos con todo su grupo delictivo que es un sujeto apodado El Pamela y otro al que le dicen La Burra, que son los principales distribuidores de droga en la zona metropolitana en el corredor Huixquilucan, Naucalpan, Tlalnepantla, Nicolás Romero, en esa zona. Y desde luego no dudo que tengan incursión en esa parte de la Ciudad de México.
En la zona colindante con Puebla se da el huachileo, ¿qué tan grave es el fenómeno?
—Desde luego es grave. Nosotros tenemos una serie de ductos que han sido blanco de las ordeñas de estos grupos delictivos, pero más que nada lo que tenemos son puntos de venta y puntos de distribución de combustible robado.
El simple hecho de tener las autopistas, la México-Puebla, La México-Querétaro, etcétera, facilitan el uso de camiones de carga para el traslado de combustible robado.
Ahí tenemos un mercado importante de un producto ilícito, pero igualmente hemos visto el fenómeno en las gasolineras, el dueño de la gasolinera que mete el huachicol y que vende de hecho. Podría verse desde el punto de vista de que lo lavan.
Esto lo estamos trabajando muy de la mano con Pemex, con los registros, cuánto le está vendiendo Pemex o cuánto está importando o trayendo la gasolinera, y cuánto son las salidas.
Como en Puebla hay comunidades que viven de esto, esa es la verdad, a ciertas horas de la noche pues de pronto cierran la entrada a la comunidad, porque es el momento en que se va a distribuir el huachicol y entrar a esa comunidad pues sí provoca el enfrentamiento con los habitantes, los pobladores.
Además, lamentablemente hemos tenido casos de servidores públicos municipales que han estado relacionado con este tipo de actividades delictivas.
Por el lado de Hidalgo nos pasa igual con el huachicoleo, porque por ahí está la refinería de Tula y naturalmente tenemos un espacio con este tipo de expresiones delicitivas.
¿Cuántas organizaciones delictivas tienen identificadas?
—Es más un tema social que de organizaciones delictivas como tal. No descartamos células de grupos que pueden o no pertenecer a algún cártel que estén participando de este negocio ilícito.
¿Tienen detectada la mutación de algún cartel?
—Yo no le diría mutación, más bien le llamaría otra sección de negocios, por decirlo de alguna manera, expansión de actividades.
¿De qué grupo criminales estaríamos hablando?
—Del Cártel Jalisco Nueva Generación, principalmente.
¿La zona del sur es controlada por La Familia Michoacana?
—Sí y los casos que hemos tenidos de homicidios, eventualmente, han sido por enfrentamientos entre ellos mismos.
La Familia Michoacana, como todo grupo criminal, opera en células, entonces tienes un jefe de la plaza “x” y tienes un subjefe de plaza de cierta área, de ahí se desprende el control de los sicarios; si alguno de estos se pelea con el jefe de otra plaza, es donde entran ellos en conflicto y tenemos algún homicidio o secuestro.
Hemos visto también con cierta preocupación lo que es una leva, que es el secuestrar gente para enrolarlo en la delincuencia organizada en la zona sur, por La Familia Michoacana. No es un tema de secuestrar, se trata de personas que ya tienen alguna relación con el grupo delictivo pero que no se han incorporado, por decirlo de alguna manera.
Logramos el rescate de varias de estas personas, incluso tuvimos el caso de menores de edad que venían del Estado de Morelo y logramos su rescate acá en Zulpahuacán.
También pudimos rescatar a unas mujeres que secuestraron en la región de Nezahualcóyotl y que gracias a nuestra aplicación que tenemos de la fiscalía, el hermano de una de estas mujeres denunció desde Estados Unidos el secuestro de su hermana y eso nos permitió realizar el operativo con la Marina. Salvamos a cuatro mujeres a las tenían para efectos de hacerles de comer y realizar labores domésticas.
Además de la delincuencia, el Estadio de México también vive un cambio político, con una nueva correlación de fuerzas en la que el fiscal Alejandro Gómez menciona que está dispuesto a dialogar y establecer puentes de comunicación para trabajar con el ayuntamiento, Congreso o municipio que así lo requiera, “porque la procuración de justicia no ve política, sino aplicación de la ley”.
¿El fiscal está preparado para aguantar un embate político?
—El fiscal está preparado y dispuesto para atender a todos los diputados y a todas las fracciones parlamentarias, para entablar la coordinación. El fiscal está preparado para defender la constitucionalidad de los actos de la fiscalía, de sus programas y estrategias, dentro del marco de los mismos recursos constitucionales y legales que se tienen al respecto.