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El precandidato presidencial por la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, exigió al gobierno federal que intervenga ante la ola de violencia que ha cobrado la vida, incluso, de sacerdotes y candidatos.
En su último de cinco días de gira por Puebla, el tabasqueño exigió al secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, hacer su trabajo en lugar de hacer politiquería al recibir el reconocimiento honoris causa de la Universidad de Chiapas.
“¿Qué tiene que estar el secretario de la Defensa recibiendo un premio de la Universidad de Chiapas?, esa es politiquería. Que se ponga a hacer su trabajo. Lo digo de manera respetuosa, ¿qué tiene que estar haciendo política el secretario de la Defensa? y que no diga que no es política aceptar un premio, una condecoración honoris causa. ¿Qué tiene que ver eso con su función?”, cuestionó.
Luego del reciente asesinato de Franciso Rojas, precandidato del PRI en Cuautitlán Izcalli, dijo en entrevista a medios —tras un acto en esta localidad— que no sólo están asesinando a candidatos, sino también a funcionarios y a sacerdotes.
A pesar de afirmar que el problema de la violencia es grave y que los asesinatos del precandidato presidencial Luis Donaldo Colosio y del presidente de Estados Unidos John F. Kennedy fueron crímenes de Estado, aunque eran resguardados por seguridad, el precandidato se ha negado a recibir protección en la precampaña del Estado Mayor Presidencial.
Criticó también al presidente Enrique Peña Nieto por “desatender por completo y no asumir los temas de la violencia y la inseguridad”.
“Peña Nieto se desatendió por completo, no asume su responsabilidad, se le olvida que él es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. Él debería asumir el mando para garantizar la paz del país”, dijo.
Asimismo, pidió al gobierno federal intervenir de inmediato ante la violencia en el país: “No sólo están asesinando a candidatos y a presidentes municipales, me preocupa mucho el asesinato de dos sacerdotes en Guerrero. Eso no puede seguir sucediendo, hay que intervenir de inmediato”, expresó.
Con algunos niños de una escuela primaria como espectadores , mientras comían en el recreo, López Obrador reiteró que se va a cancelar la reforma educativa. Además, se comprometió, de ganar la presidencia, a que no habrá exámenes de admisión para las universidades públicas.
Sobre las críticas de intelectuales como Enrique Krauze y Jesús Silva-Herzog Márquez, dijo que “no aguantan nada” y les cuestionó por qué son intolerantes.
“¿Por qué son tan intolerantes?, ¿no se les puede cuestionar? Ellos sí pueden decir que soy mesiánico, populista, oportunista y yo lo único que les dije es que son profundamente conservadoras con apariencia de liberales, eso es todo y tengo razón. Se ofenden porque es la verdad”, dijo.
El tabasqueño pidió que sea respetado el derecho a disentir y a la crítica. “No puede haber pensamiento único, pero la democracia significa comunicación y la comunicación implica mensajes de ida y vuelta.
“No es nada más de que ‘yo te voy a estar criticando, y te quedas callado; si tú replicas, te acuso de autoritario, de prepotente, de sectario’, vamos al debate”, exhortó.
Acompañado del ex gobernador interino de Tabasco Víctor Barceló, López Obrador reveló que tiene todos los expedientes de lo que hace el personal del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en contra suya y de su familia.
“Han investigado a mis hijos, a toda mi familia desde el Cisen, por eso no es venganza, es poner orden y que se acabe el espionaje a los opositores, va a desaparecer el Cisen”, dijo.
Por la tarde, en San Andrés Cholula, dos indígenas náhuatl le hicieron una limpia. Luego de entrar entre empujones al evento que estuvo abarrotado, expresó que la gente lo recibe tan efusivamente porque lo quieren “como yo los quiero”.
Ante cientos de personas reunidas en la plaza principal, presentó a Esteban Moctezuma como “el próximo secretario de Desarrollo Social”, pues hace unos días lo propuso en su gabinete que entraría en funciones si gana las elecciones.
