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De un total de 188 empresas constructoras que han accedido a contratos para obras de infraestructura carretera con valor de 100 millones de pesos (mdp) en adelante, otorgados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) entre diciembre de 2012 y diciembre de 2017, sólo 20.74% ha participado en proyectos por 500 millones o una cantidad superior.
Este segmento está integrado por 39 consorcios —con relaciones políticas en altas esferas del poder o de origen foráneo— que han conseguido la rebanada más grande de los contratos públicos para obras de alto impacto en carreteras mexicanas, pues cada firma accedió a paquetes presupuestales de entre 500 y 4 mil 124 millones de pesos.
Los primeros sitios de captación —considerando tanto las asignaciones individuales como el tamaño presupuestal de las contrataciones conjuntas en las que participó cada firma— corresponden a los consorcios españoles Grupo Aldesa, que accedió a un paquete presupuestal de 4 mil 124.53 mdp, y Grupo Entrecanales, que participó en contratos con valor de 3 mil 666.93 mdp.
Les siguen el grupo portugués Mota-Engil, con 3 mil 404.08 mdp; las mexicanas Epccor, con 2 mil 415 mdp; Coconal, con 2 mil 331.85 mdp; Constructora y Edificadora GIA+A, con 2 mil 226.82 mdp; Operadora Cicsa, con mil 913.34 mdp; el español Grupo Azvi, con mil 797.96 mdp; Desarrollo Integral Diccsa, con mil 173.96 mdp; Constructora Makro, con mil 76.14 mdp; Grupo Constructor Zea, con mil 50.71 mdp; Grupo Idinsa, con mil 3.89 mdp; Gasamaru, con 980.103 mdp; Desarrolladora de Infraestructuras Hispano-Mexicanas, con 952.516 mdp; Grupo Indi, con 952.516 mdp, la francesa Freyssinet, con 935.39 mdp, y Propiedades Inmobiliarias de México, con 933.65 millones de pesos.
De acuerdo con un cotejo efectuado por EL UNIVERSAL a partir de consultas en los índices de Compranet, del Portal de Obligaciones de Transparencia y de solicitudes de información pública, 236 contratos asignados por la SCT se ubicaron en el rango de los 100 mdp en adelante e implicaron una erogación pública de 55 mil 202.37 mdp.
La mayoría de las firmas mencionadas han obtenido otras contrataciones en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, pero por montos inferiores al rango señalado.
Grupo Aldesa construyó, en sociedad con Epccor, el Paso Exprés de Cuernavaca, donde se abrió un socavón que costó la vida a dos personas. Lo encabeza Alejandro Fernández Ruiz, quien en 2013 compareció ante la Audiencia Nacional española acusado de financiar ilegalmente a líderes del Partido Popular (PP). Las firmas del grupo que han participado en obras en México son Construcciones Aldesem, Operadora de Autopistas Aldesem, Proacon e Ingeniería y Servicios ADM.
Viaductos de conexión
Otros casos relevantes han sido la construcción de los túneles gemelos en los viaductos de conexión Interlomas de la autopista Naucalpan-Toluca, así como otros en Nayarit, Tabasco, Yucatán, Baja California Sur y Guanajuato. Tiene también la concesión, por 30 años, del tramo Jantetelco-El Higuerón, en Morelos. El valor de los contratos en los que ha participado junto a otras empresas es de 3 mil 17.44 mdp, pero también ha obtenido contratos individuales —sólo para empresas del grupo— por mil 107.08 mdp.
El Grupo Entrecanales, por su parte, es propiedad de la familia Entrecanales Domecq. Tiene inversiones en construcción, telefonía, energía, así como servicios navieros, aeroportuarios y ferroviarios.
Su participación en obras carreteras ha sido a través de Acciona Infraestructuras y Acciona Infraestructuras México. Entre ellas, destaca la modernización del tramo Ciudad Obregón–Guaymas de la carretera Estación Don–Nogales, en Sonora; la carretera, el entronque y el túnel de la carretera ramal a Compostela, en Nayarit, y otras en esa entidad, el Estado de México, Veracruz y Guerrero.
Los contratos grupales en los que participó tuvieron un valor de mil 155.22 mdp, mientras que su facturación en contratos sólo para empresas del grupo fue de 2 mil 511 mdp.
El Grupo Mota-Engil, a su vez, comenzó actividades en la antigua colonia portuguesa de Angola. Ha trabajado en África y Sudamérica desde mediados del siglo XIX. En 2007 inició operaciones en México, al conseguir la concesión de la autopista Perote-Xalapa.
Bajo la actual administración federal destacan sus contratos para la construcción de la carretera Ciudad Valles–Tampico; su participación en el libramiento de Acapulco, y en otras obras en Nayarit, Tabasco, San Luis Potosí y Colima. Obtuvo contratos carreteros de manera individual o sólo para empresas del consorcio por 2 mil 829.36 mdp, y agrupado con empresas externas consiguió una contratación de 574.71 mdp.
En tanto, Epccor pertenece a los hijos de Juan Diego Gutiérrez Cortina, fundador de Gutsa Infraestructura, involucrada en escándalos por su participación en la Autopista del Sol, la biblioteca José Vasconcelos y la Estela de Luz. Uno de sus accionistas fue Jaime del Conde Ugarte, ex diputado federal panista y ex presidente de la Cámara de Comercio México-Estados Unidos.
El apoderado de Epccor es Juan Diego Gutiérrez Sainz. Entre sus contratos carreteros más importantes en este sexenio está la reconstrucción de diversos puentes en Guerrero y otros en la carretera Chicomuselo-La Concordia, Chiapas. El valor de los contratos grupales a los que accedió, del tipo aquí abordado, fue de 2 mil 218.59 mdp, mientras que su facturación individual llegó a 196.39 mdp.
El Grupo Coconal, por su parte, está formado por la Compañía Contratista Nacional, Coconal S.A.P.I., así como por las concesionarias de autopistas Acsa, Coinsain y Acomex. Esta última firma es la administradora del Circuito Exterior Mexiquense−, la conservadora de caminos Opasa, y la transportista de maquinaria Tranmaco.
Sus accionistas son (escritura 5337, Notaría 221, CDMX) Mina Francisco, Enrique Carlos y Francisco Luna Márquez; Manuel Ignacio Pacheco Hinojosa, Albano Baruch Andón Nochebuena, Héctor Saúl Ovalle Mendívil y Héctor Ovalle Favela, quien dirige la compañía desde 1998. Ernesto Costemalle Botello —ex director de la Conasupo durante el gobierno de Miguel de la Madrid— fue comisario del consejo de administración de Coconal.
Entre sus contratos carreteros más relevantes están el libramiento de Villahermosa, Tabasco; la reconstrucción del Puente Miguel Alemán, en la carretera Ciudad Altamirano–Zihuatanejo, y su participación en la modernización del tramo Ciudad Obregón–Guaymas, en la carretera federal número 15. Toda su facturación fue individual y sumó 2 mil 331.85 mdp.
La Constructora y Edificadora GIA+A pertenece al Grupo Ingeniería, Arquitectura y Asociados. Según datos notariales (acta 45700, Notaría 196, Ciudad de México), ambas firmas son presididas por Hipólito Gerard Rivero, ex cuñado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari. Son accionistas también Hipólito Pablo Gerard Butler, ex socio del banquero Carlos Abedrop; el ingeniero Pablo Justel Cuevas y Pablo Suinaga.
Su apoderado legal es Alejandro Francisco de la Concha Estrada, abogado de la subgerencia de Servicios Jurídicos de la Región Sur-Sureste de Pemex Exploración y Producción hasta 2013. Entre las principales obras en las que ha participado está la construcción de tramos de la carretera Jala-Compostela, el libramiento de Campeche y la modernización de la carretera Ixtlahuaca-Metepec, en el Estado de México. Todas sus contrataciones fueron bajo asociación —la mayoría con Grupo Azvi y una con el también ibérico Grupo Rubau—, que alcanzaron 2 mil 226.82 mdp.
Operadora Cicsa es parte del Grupo Carso, del empresario Carlos Slim. Construyó el viaducto elevado en el tramo inicial de la autopista México-Cuernavaca, hasta cruzar la caseta de cobro, en la intersección que converge con el Monumento al Caminero. Su facturación es individual, por mil 913.34 mdp.
A su vez, el Grupo Azvi es presidido por Manuel Contreras Caro, quien también compareció en 2013 ante la Audiencia Nacional española tras ser implicado en el financiamiento al PP. Está formado por Cointer, Traccion Rail, Azvi Inmobiliaria, Azvi y Construcciones Urales. Estas últimas son las firmas del grupo que han participado en México, en asociación con GIA+A. El valor contractual de las obras en que participó alcanza mil 797.96 mdp.
Paso vehicular
Desarrollo Integral Industrial y Comercial (DIICSA), del mexiquense Víctor Manuel Salgado Álvarez, opera desde 2002 y la mayoría de sus contrataciones ha sido grupal, con Acciona, Grupo Dinsa, Erlival, Icapsa e Infraestructuras Hispano-Mexicanas. Su proyecto más importante fue la construcción del paso vehicular en la autopista Querétaro-Irapuato. Su facturación grupal es de 692.36 mdp, y la individual de 383.77 mdp.
La Constructora Makro y Magnamaq integran un grupo en el que también se encuentra Anemo Energy, del tijuanense Marco Antonio Santacruz Cuevas. Participaron en dos tramos de la ampliación de la carretera Estación Don–Nogales. Toda su facturación es del mismo grupo, por mil 76.14 mdp.
Freyssinet, por su parte, integra el consorcio galo de construcción, operación tecnológica, manufactura y energía nuclear Soletanch Bachy. Tiene presencia en más de 80 países y se estableció en México en 1976. Es conducida en el país por Luis Rojas Nieto. Todas sus asignaciones carreteras fueron individuales y por adjudicación directa, por 935 mdp.
El Grupo Constructor Zea ha sido conducido por Jaime (+), Federico y Moisés Zecua Muñoz. Lo forman las divisiones Jaguar Maquinaria, Jaguar Asfaltos, Jaguar Concreto Hidráulico, Triturados Antara y Jaguar Ingenieros Constructores. Cuenta con amplios antecedentes de contrataciones en la Junta de Caminos del Estado de México, y a nivel federal obtuvo los contratos para construir subtramos de la carretera Coatzacoalcos–Villahermosa; ejes del distribuidor vial Alfredo del Mazo y otras obras en Guanajuato y Chihuahua.