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Bavispe.- Familiares de los niños y mujeres asesinados en una emboscada en el norte de México pidieron el jueves justicia para hallar a los culpables del hecho, así como de las muertes y desapariciones de decenas de miles de mexicanos "sin voz" en los últimos años.
Tres mujeres y seis niños de una comunidad mormona mexicano-estadounidense fueron atacados el lunes por la mañana cuando viajaban en una camioneta por un camino sin pavimentar en el fronterizo estado Sonora para reunirse con familiares en el vecino estado Chihuahua y en Phoenix, Arizona.
La noche del miércoles, docenas de vehículos y camionetas escoltados por efectivos de la Guardia Nacional llegaron desde Estados Unidos al remoto municipio Bavispe, en el norte de México, donde se realizaron los funerales.
"Lo que estás viendo aquí, Ejército, Guardia Nacional, está bien, pero está pasando porque tenemos doble ciudadanía", dijo Kenneth Miller, abuelo de algunos de los niños asesinados. "Me da mucha pena porque si fueran ciudadanos de este país, pobres, no pasaría esto".
"Me gustaría que les llegue la justicia a los que no tienen voz, a las mujeres que no pueden encontrar a sus maridos", subrayó.
En la última década, más de 25 mil personas desaparecieron en México en medio de una cruenta lucha entre la fuerza pública y grupos del crimen organizado. Además, decenas de miles han perdido la vida desde que, a fines de 2006, el expresidente Felipe Calderón lanzó lo que se ha conocido como la "guerra contra el narcotráfico".
Autoridades y familiares de las víctimas aseguran que el ataque sería obra de los cárteles de Juárez y Sinaloa, que se disputan el control del territorio para el envío de droga hacia Estados Unidos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador insistió el jueves en que seguirá enfocando sus esfuerzos para combatir la violencia en las causas que la generan, como la pobreza y la falta de empleo.
"SE VAN"
Las víctimas provenían de prominentes familias locales -incluyendo a los LeBarón y los Langford- con ciudadanía tanto de México como de Estados Unidos, como la mayoría de los residentes de los pocos asentamientos mormones en el área.
La familia LeBarón, que llegó a México a principios del siglo XX, afirma que ahora está compuesta por más de cinco mil miembros.
Enclavadas en los fértiles valles de las montañas de la Sierra Madre, a pocas horas al sur de la frontera con Estados Unidos, las comunidades más antiguas se remontan a finales del siglo XIX, cuando la convulsión por la poligamia en la iglesia con sede en Utah llevó a su fundación.
"Hemos platicado con varios; dicen que se van", confesó Dave LeBarón, cerca a los ataúdes fabricados por la propia familia.
"Desde antes que pasara esto, dado que ha habido muchas amenazas aquí. Estamos pensando que al menos la mitad de la gente que vive aquí, se va", agregó.