En México hay actualmente 415 mujeres tomando decisiones en los congresos locales de 30 estados, junto a ellas legislan 569 hombres, lo que significa que, en general, 42.14% de las curules estatales están ocupadas por una diputada.

La cifra resulta alentadora en contraste con 2010, cuando las mujeres representaban poco más de 23% del total de diputados locales en el país, según datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres). Sin embargo, en la actualidad en estados como Morelos, Tlaxcala y Puebla las diputadas no representan ni la tercera parte de sus congresos, es decir, 33%.

La paridad de género en las legislaturas fue por años un tema rezagado. En 2014 se reformó el artículo 41 constitucional, el cual ordenaba que al menos en el registro de candidaturas todos los partidos incluyeran al mismo número de hombres y mujeres, es decir, equidad 50-50.

“Los partidos políticos tienen como fin (...) garantizar la paridad entre los géneros en candidaturas a legisladores federales y locales”, señala la Carta Magna.

Pese a la reforma, hoy en día sólo en siete de los 30 congresos locales las mujeres representan 50% o más del número total de legisladores. Son los casos de Chiapas, Coahuila, Sinaloa, Zacatecas, Querétaro, Chihuahua y Campeche.

En Baja California, Aguascalientes, Guanajuato, Tamaulipas, Quintana Roo, Durango, Jalisco, Oaxaca y Michoacán las féminas ocupan de 41% a 49% de las curules.

Asimismo, en Hidalgo y Guerrero, 40% de quienes toman decisiones en sus congresos son del sexo femenino. De los estados restantes, nueve legislaturas están integradas por mujeres en una proporción de 30% a 39%. Son los casos de Sonora, Veracruz, Nuevo León, Tabasco, Nayarit, Yucatán, Colima, Baja California y San Luis Potosí.

Respecto a los estados de Morelos, Tlaxcala y Puebla, las legisladoras representan apenas de 20% a 29% en los congresos.

Legislan en el interior

Para garantizar el principio de paridad, en todas las entidades se ha modificado la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales del estado, a fin de que en la medida de lo posible hombres y mujeres estén representados por igual en el Congreso.

“Hay algunos estados que también tienen legislada la paridad en su constitución, como lo tenemos a nivel federal en el artículo 41”, señala en entrevista para EL UNIVERSAL, Paula Adriana Soto Maldonado, directora de Participación Social y Política de las Mujeres del Instituto de las Mujeres (Inmujeres).

De acuerdo con Soto Maldonado, entre los esfuerzos por lograr que las candidaturas estén repartidas equitativamente, surgen los términos paridad horizontal y vertical.

La paridad vertical, en el caso de diputados locales, indica que tanto el titular como el suplente de las candidaturas, en cada instituto político, debe ser del mismo género, para así evitar a las llamadas juanitas.

Por otro lado, la paridad horizontal indica que del total de distritos a contender, en cada partido deben candidatear el mismo número de mujeres y de hombres; sin embargo, ésta resulta más problemática de atender para las fuerzas políticas, según la funcionaria del Inmujeres.

Pese a los cambios legales, ahora, explica Soto Maldonado, el reto es que las mujeres diputadas ocupen cargos importantes en el interior de sus congresos.

“Las mujeres lamentablemente no están ejerciendo el poder, siguen supeditadas a las decisiones de los hombres, de sus líderes de bancada y de partido, que en casi todos los casos son hombres (...) el reto es ahora: mujeres de poder ocupando el poder”, lamenta.

Una radiografía de norte a sur

El norte, donde más mujeres deciden. En el norte del país, de la zona que comprende de Baja California a Tamaulipas, en promedio el 46% de los legisladores son del sexo femenino, lo que la convierte en la región donde el principio de paridad se cumple en mayor cantidad.

Coahuila es el estado donde a las mujeres se les permite tomar más decisiones, pues en su congreso 14 de sus 25 miembros son del sexo femenino.

El estado menos beneficiado es Baja California, donde sólo 9 de sus 25 legisladores son diputadas.

Centro, contraste en participación. En el centro del país, en la zona que comprende de Zacatecas a Puebla, sin contar el Estado de México y la capital, se encuentran los estados con menor participación de las mujeres, pero también dos donde las diputadas representan más del 50% de su congreso.

En promedio, en esta zona el 39% de quienes legislan son mujeres. Morelos, Tlaxcala y Puebla tienen el menor número de diputadas a nivel nacional.

En el Congreso de Morelos hay 30 diputados, de los cuales 24 son hombres y seis mujeres, quienes representan el 20% de los integrantes.

Sin embrago, en Zacatecas y Querétaro, el congreso está conformado por el 53.33 y 52% de congresistas mujeres.

El sur, donde la ley ejerce presión. En el sur del país, en la zona que comprende de Veracruz a Quintana Roo, en promedio el 43 por ciento de los miembros del congreso son mujeres. El estado con menor participación de legisladoras es Yucatán, tienen sólo 9 de 25 curules.

En esta región, Chiapas, el estado con mayor porcentaje de legisladoras en el país, representan el 56%.

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