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La desaparición de una familia originaria de El Salvador (una mujer y sus hijas de siete y dos años de edad) de un albergue en las inmediaciones de Iztapalapa, encendió las alertas de las autoridades, puesto que el padre de familia que levantó la denuncia reveló que supuestamente La Unión Tepito acosa y coopta a los migrantes.
Según lo dicho por el padre de las niñas, Óscar Daniel “N”, presuntos integrantes de la agrupación delictiva rondan los albergues de migrantes y les dicen que a cambio de “ciertos mandados” o de “trabajar para ellos por un tiempo”, recibirán apoyo y facilidades para llegar al norte del país.
Relató que su preocupación radica en que, aparentemente, La Unión Tepito está reclutando a los migrantes salvadoreños, hondureños y guatemaltecos para a la venta de drogas al menudeo y otros “trabajos”, al revelar que tiene amigos —que llegaron con él en la caravana de febrero— y que en sólo dos meses de estancia ya son de la banda y se quedaron a delinquir.
Por este hecho, Óscar Daniel “N” se acercó a finales del mes pasado a la procuraduría capitalina y presentó fotografías de sus hijas, su esposa y señas particulares de ellas; explicó que llegaron en la caravana migrante de febrero y buscaban llegar a San Diego, en donde unos amigos prometieron ayudarles.
Consta en la carpeta de investigación CI-E-FIZP/IZP-4/UI 1S/D/0-0056/06-2019, que se inició como denuncia de hechos por “extraviados o ausentes” que la familia compuesta por Katherine de 24 años de edad; Belinda Nayeli, de siete, y Debbie Alexa, de dos años, estaban en el refugio Casa Scalabrini CDMX, en la calle Cerrada de Lerdo, en las inmediaciones del Barrio San Pablo, en Iztapalapa.
En el lugar, de acuerdo con el denunciante, “merodean polleros y enganchadores de La Unión Tepito”. Según lo narrado, su esposa le comentó el jueves 14 de junio que había conseguido un contacto que le aseguró que los podía cruzar sin problemas a Estados Unidos, pero él le dijo que posiblemente era un engaño.
Óscar Daniel “N” le propuso a su esposa rehacer su vida en la Ciudad y se inscribió en los programas de apoyo del gobierno federal, pero su esposa no le hizo caso y ahora no la encuentra.
SSC, en alerta
El presunto reclutamiento de migrantes por parte de grupos delincuenciales locales preocupa a las autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), dependencia que ha registrado un incremento en la incidencia delictiva. Se han visto involucrados en delitos migrantes procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras, principalmente; apenas en noviembre pasado fue detenida una mujer originaria de ese país vendiendo drogas en Xochimilco.
La misma dependencia reportó en marzo que dos salvadoreños fueron capturados luego de cometer robo a casa-habitación.
Una investigación interna reveló que en las inmediaciones del estadio Jesús Martínez Palillo, del complejo deportivo de Magdalena Mixhuca, varias “empresas privadas” llegaron a ofrecerles empleos a los migrantes, con mejoras laborales superiores a las que ofrecía el gobierno federal y local.
El informe detalla que una “licenciada” se llevó a 10 hondureños para trabajo de pisca a un rancho, y otras 10 mujeres se fueron con una persona de nombre Arturo Ibarra, quien solamente les dijo que trabajaría con él en las inmediaciones de un mercado local.
Otra persona, a quién los migrantes identificaron como el “licenciado Ronny Turcias”, reclutó a 10 guatemaltecos más y se los llevó en una camioneta van; otra cantidad similar se fue con el supuesto representante de una arrendadora, y cinco más, con el “ingeniero” Cruz Garfias; ninguno ha regresado ni se ha dado cuenta de su paradero.
De los más de 8 mil migrantes que pasaron por la Ciudad entre septiembre de 2018 y mayo de 2019, nadie tiene un solo registro ni documento alguno para saber si trabajan en la legalidad o se enlistaron con la delincuencia organizada.