El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pidió al Congreso de la Unión que apruebe la Ley de Austeridad Republicana para acabar con los lujos de los servidores públicos y terminar con los asesores, los autos de lujo, los vinos, viajes al extranjero y hasta los bonos que se les otorgan.

Anoche en Tuxpan, Nayarit, el mandatario afirmó —sin hacer referencia a la decisión de la SCJN de suspender la ley de remuneraciones— que “los de arriba ahora están enojados” porque se acabaron los sueldos de 600 mil pesos.

En su conferencia de prensa matutina, López Obrador dijo que ve con buenos ojos la Ley de Austeridad Republicana que alista para su aprobación la Cámara de Diputados, porque, dijo, tiene que haber austeridad, ya que el poder es humildad y no fantocherías, prepotencias ni lujos.

“No puede haber gobierno rico con pueblo pobre. [Benito] Juárez decía que el funcionario tiene que aprender a vivir en la justa medianía”, declaró desde Palacio Nacional.

Altos salarios. El Presidente de la República aprovechó el tema de austeridad para arremeter contra los funcionarios de los órganos autónomos y reguladores, quienes tienen salarios de hasta 300 mil pesos mensuales.

Criticó que en el pasado se agrandó el gobierno y se crearon instituciones para todos y que incluso se reprodujeron como hongos después de la lluvia.

Ayotzinapa. López Obrador también habló sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y dijo que en su administración no habrá austeridad si se trata de otorgar recompensas para hallar a los jóvenes estudiantes.

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