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Bavispe.— El municipio de Bavispe fue hasta el pasado lunes un lugar olvidado por los gobiernos estatal y federal en materia de seguridad.
Ubicado en las zonas altas de la Sierra Madre Occidental, Bavispe cuenta con sólo cuatro policías municipales que portan armas cortas, y tres unidades de seguridad pública para dar protección a unos mil 400 habitantes, cuyas labores las concentran en el campo, a pesar de estar rodeados por el desierto.
Sin embargo, los bavispenses atrajeron los ojos del mundo ante la tragedia: un lunes, como cualquier otro, tres mujeres y sus seis hijos de la familia LeBarón fueron masacrados muy cerca de la cabecera municipal. Desde entonces, las calles se llenaron de personas extrañas, los planteles educativos suspendieron clases y “hasta nos visitó la gobernadora [Claudia Pavlovich]”, comentó con ironía un lugareño.
Para llegar a Bavispe hay tres rutas, pero ninguna es mejor que la otra: una es conocida como “la brecha”, sale de Agua Prieta y prácticamente atraviesa todo el desierto en un camino que es, más bien, el cauce del algún río. Para recorrer la ruta se requieren casi cinco horas, durante las cuales los teléfonos celulares no tienen señal.
Si es un buen día, un conductor puede hallar hasta dos vehículos en el trayecto, aunque no es garantía, pues la constante en la zona son unidades cuyos tripulantes pueden ser gente que realiza actividades ilícitas.
En estos días, y como respuesta al multihomicidio de integrantes de la familia LeBarón, después de tres horas del recorrido se colocó un retén militar de vigilancia.
La segunda opción es la famosa “autopista”, que es un camino pavimentado de ida y vuelta que recorre algunas comunidades del municipio de Bavispe, conduce a Moctezuma y posteriormente a Agua Prieta, aunque con este rodeo, el trayecto rebasa las seis horas.
Hasta en el exterior de la comandancia municipal de Bavispe se refleja la desolación, pues apenas se percibe a un elemento de seguridad.
La tercera opción es conocida como “la Sierra”, la brecha donde ocurrió la tragedia. Es un camino solitario que atraviesa la Sierra Madre Occidental de Sonora a Chihuahua. En este terreno, el peligro lo generan los grupos del crimen organizado, por ser una zona vital para el trasiego de droga y el tráfico de armas. Sin embargo, es la mejor opción, pues aunque el camino es escabroso, en un vehículo apropiado en cuatro horas se puede llegar a Janos, Chihuahua, donde se encuentra toda clase de servicios.
La falta de comunicación y conectividad complica el desarrollo tecnológico de la comunidad; internet llega a puntos muy escasos y no siempre, también depende del clima, de tal suerte que en caso de una emergencia se recurre prioritariamente a un enviado por carretera que a una llamada telefónica.
Policías llegaron con la tragedia
Los habitantes de La Morita y de Bavispe coincidieron en que la presencia policiaca llegó junto con la tragedia, mientras que el alcalde, Cornelio Vega (PRI), pretende solicitar que las fuerzas estatales permanezcan un tiempo más en el municipio.
El ayuntamiento de Bavispe cuenta con cuatro elementos policiacos y tres unidades para vigilar San Miguelito, Bacerac, Las Moritas y la cabecera municipal.
Tras el multihomicidio el ambiente de las comunidades es de incertidumbre, las familias están temerosas y no salen de casa más que para lo indispensable; las escuelas rurales suspendieron clases y los puestos de comida que suelen abrir en las noches, no han dado servicio.
Desde el lunes pasado hasta ayer, elementos del Ejército, de la Guardia Nacional, de las policías Federal y estatal de Sonora resguardan las inmediaciones de Bavispe, incluso la Comisión Estatal de Seguridad de Chihuahua hizo lo propio en el camino de la Sierra, no obstante, existe la preocupación de que, una vez terminados los funerales, los agentes abandonen la zona y los bavispenses queden nuevamente a merced de la delincuencia.