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Nichos de hasta 25 kilos de peso, estandartes de medio metro de altura y arreglos florales con la figura de la Virgen de Guadalupe, llenaron el atrio de la Basílica en la que una vez más millones de peregrinos acudieron para cumplir sus mandas y otros a pedirle que el presidente Andrés Manuel López Obrador cumpla sus promesas.
Desde la madrugada del 11 de diciembre los peregrinos procedentes de diversos estados como Puebla, Hidalgo, Estado de México, Veracruz, Chiapas y Oaxaca, llegaron al recinto —en una jornada donde se reportó saldo blanco—, para agradecer a la Virgen Morena la salud que les concedió este año y orar para que en 2019 el dinero no falte en sus hogares.
Hasta las 19:00 horas, autoridades de la alcaldía Gustavo A. Madero reportaron 7 millones de peregrinos; se estima recibir a 8 millones. La mayor afluencia de personas se espera para el transcurso de la tarde y la noche, puesto que muchos feligreses asisten al Tepeyac para cantarle Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe.
La neblina y el ambiente frío de la mañana de ayer no fueron impedimento para que los feligreses acudieron a la Basílica; en peregrinación con figuras de un metro con 60 centímetros de altura, o caminando solos con cuadros de 40 centímetros, fieles acudieron al recinto Guadalupano a pedir salud para sus seres queridos, así como mejores empleos y el cumplimiento de las promesas del presidente López Obrador.
Felipe Rojas, habitante de Nezahualcóyotl, aseguró que entre sus peticiones se encuentra que el gobierno del tabasqueño apoye a los más necesitados y cumpla con todo lo que prometió en las campañas.
“Vengo a pedir para que nos cumpla lo que prometió, él [Andrés Manuel López Obrador] dijo que bajaría el precio de la gasolina, se le dio chance a este nuevo presidente, dijo que bajaría impuestos, los precios de alimentos, ojalá que sí vea por los más pobres, es mi petición de este año”.
Conforme avanzaba el día y los rayos del sol calentaban las lozas del atrio, más fieles llegaban.
Fe de corazón. De rodillas algunos recorrían la entrada principal hasta llegar al altar, como es el caso de Rodrigo y Diego, quienes con un cuadro de la Guadalupana de 10 kilos de peso sobre sus espaldas, agradecieron el trabajo a lo largo del año.
A medida que el sol desaparecía tras la capilla del Cerrito, en donde según la tradición la Virgen le pidió a Juan Diego edificar un templo, más peregrinos buscaban un espacio en la explanada de la Basílica a la espera de la medianoche para entonar Las Mañanitas a la Patrona del Tepeyac.
Algunos en tiendas de campaña y otros extendieron las cobijas que cargaron a lo largo de su peregrinación, descansaron mientras la noche avanzaba. Entonando La Guadalupana los feligreses esperaron el primer minuto del 12 de diciembre.
Por la madrugada los peregrinos sintieron las bajas temperaturas del cual trataron de resguardarse con chamarras y cobertores que cargaban enrollados sobre sus espaldas. El termómetro descendió entre los 0 y 5 grados; como un velo, la niebla cubría el complejo Guadalupano.
Gloria de la Rosa viajó a pie durante cinco días desde San Sebastián, Puebla, para agradecerle a la Virgen María la salud que tiene.
La mujer de 58 años junto con su familia, pasaron la noche en el atrio de la Basílica luego de entonar Las Mañanitas a la Virgen Morena.