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Tras la protesta de activistas de derechos humanos por el despido de una empleada municipal por tomarse fotos dentro de la fuente del Centro Histórico, el gobierno local argumentó que la ahora exfuncionaria fue cesada por incurrir en una falta administrativa.
Señaló que la decisión tomada, “si bien fue considerada por muchos como drástica”, representa un exhorto para todo el personal que labora en el municipio y para la población, pues Irapuato requiere y merece ciudadanos respetuosos de su entorno.
El domingo pasado Rosy Ponce, ahora exsecretaria de Japami, se metió a la fuente de la Plaza Principal, posó para tomarse fotografías con motivo del "Día Nacional del Pole Urbano", que fueron difundidas en las redes sociales y como consecuencia fue despedida.
En un comunicado, la administración municipal encabezada por el alcalde panista Ricardo Ortiz, destacó que la medida se tomó en estricto apego legal y humano.
“La baja de Rosy Ponce como servidora de la Junta de Agua Potable, Drenaje, Alcantarillado y Saneamiento del Municipio de Irapuato (Japami) se fundamentó por no respetar el mobiliario urbano e infringir las normas que rigen a todo servidor público”, acotó.
“Nunca faltamos a los derechos ni a la dignidad de Rosy”.
Todo empleado o empleada del Municipio debe tener una conducta apegada a los valores que sigue la Administración Pública, estipulados en el Código de Ética de los Servidores Públicos de Irapuato, señaló.
El gobierno municipal destacó que en esta administración instauraron el modelo de Cultura Cívica para promover entre la población el respeto, el orden y la convivencia. “En congruencia, no podemos permitir a los trabajadores incurrir en faltas o conductas que buscamos erradicar”.
Aunque lamentó las críticas y ofensas vertidas en redes sociales hacia la persona de Rosy.
Mientras tanto, la representante del Grupo Unido de Madres Solteras, Norma Nolasco, informó que el asunto se ha hecho de conocimiento de la Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
